Araña feminista | Un aporte a la paz necesaria

27/03/23.- En este momento histórico mundial, cuando la paz parece un objetivo cada vez más difícil de alcanzar, la humanidad está frente a un horizonte donde la vida humana y natural está postergada en aras del poder y sus expresiones territoriales de bloques. El anhelo planetario de un mundo conviviendo en armonía y justicia parece alejarse.

Internacional y regionalmente, las mujeres han hecho importantes contribuciones a los procesos de paz. Existe una extensa tradición pacifista de las organizaciones feministas de todos los tiempos. También hay un trabajo diario, aunque poco visible, en la cotidianeidad de las comunidades donde las mujeres son sostenedoras de la vida y mediadoras del bienestar y la convivencia. La comunidad mundial ha reconocido que la participación de las mujeres es esencial para lograr una paz duradera y la transformación positiva de los conflictos.

Como un aporte, desde el Centro de Estudios de la Mujer, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), hemos publicado el número 59 de nuestra Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, que tiene como tema central “Pensar y construir paz”, y puede leerse a texto completo en acceso libre en el portal académico Saber UCV.

Esta edición comprende un conjunto de textos que analizan el papel de las mujeres y las teorías feministas y de género para la paz y su construcción. Se presentan enfoques sociales e históricos y experiencias que muestran cómo las mujeres, en su quehacer cotidiano, van tejiendo articulaciones y modos de convivencia que aportan a la superación de la violencia y a la transformación hacia una convivencia mejor en sus comunidades. La potencia de las experiencias femeninas permite abonar la reflexión y también la creación de comunidades de paz, más amplias y humanas.

Estamos en un mundo en transformación. La gran transición consiste en colocar la vida en el centro del quehacer humano, aboliendo para siempre las armas y la política de la muerte y la guerra. Con lo que mundialmente se invierte en producir artefactos de muerte, podemos erradicar para siempre el hambre y la pobreza en el planeta.

A finales del siglo XIX y, sobre todo, durante el siglo XX es cuando la posición de las mujeres a favor de la paz adquiere dimensión de acción colectiva y pública. El pacifismo como movimiento estuvo unido al sufragismo en los inicios del feminismo; así, en 1889, la austríaca Bertha von Suttner, sufragista por la paz, escribió ¡Dejad las armas!, libro que animó al industrial Alfredo Nobel a instaurar el Premio Nobel de la Paz. Ella fue la primera mujer en recibirlo, en 1905.

Invitamos a leer nuestra revista, donde encontrarán textos y experiencias de nuestras mujeres incansables, las constructoras de la paz de todos los días, la paz necesaria y comunitaria, donde la vida y la felicidad se despliegan.

 

Alba Carosio


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