28/03/2023.- El mito es un elemento fundamental de la literatura universal. Desde la poesía y los cuentos, todas las expresiones ligadas al origen de las cosas han sido plasmadas, entre otras manifestaciones, en fábula o leyenda.

En este sentido, los pueblos originarios de Nuestra América recogen a través de la tradición oral una parte significativa de su identidad y cosmovisión:

Hubo en los antiguos tiempos un indio wixárika que quiso labrar un pedazo de tierra para sembrar en él.

Pero los árboles que talaba y la maleza que quitaba aparecían crecidos de nuevo a la mañana siguiente.

Al quinto día el hombre quiso descubrir a qué se debía tan extraño suceso, y después de haber cortado algunos árboles, esperó.

Al poco rato salió una viejita debajo de la tierra.

México es una nación que posee uno de los más importantes acervos históricos del continente. Igualmente, sus habitantes de tiempos remotos dejaron registros vocales, que hasta nuestros días siguen en la lengua de su gente:

La viejita tenía una vara en la mano y apuntando con esta a los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste) hacía que los árboles y la maleza crecieran de nuevo.

Aquella anciana se llamaba Nacahue, la diosa de la tierra, la que hace brotar la vegetación.

Entonces la viejita se dirigió al indio wixárika y le dijo:

—Todo lo que hagas será inútil porque dentro de cinco días vendrá un gran diluvio. Y sabrás que está cerca porque soplará un viento muy fuerte que te hará toser.

Para conocer más acerca de las sagas que transversalizan el adentro de los habitantes de la Abya Yala, la Fundación Editorial El perro y la rana nos muestra una edición ilustrada de Nacahue. Mito wixárika.

Este relato, con dibujos del artista Anthony Fernández, habla de la huella dejada por nuestros ancestros y nos permite tener una visión aborigen del mundo:

Pero al sexto año el agua comenzó a descender y la caja se detuvo sobre una montaña, cerca de Santa Catalina, en Jalisco, donde puede verse todavía.

Cuando el wixárika salió de la caja, la tierra seguía cubierta de agua.

Pero las guacamayas la separaron con sus picos en cinco mares.

Relumbrar de ideas y resignificación de nuestro abolengo americano se retrata en diversidad de tonalidades simbólicas en Nacahue. Mito wixárika, una manera de leernos a nosotros mismos para que a partir del ser social pensemos en nuevos imaginarios.

Ricardo Romero Romero | @ItacaNaufrago | artedeleer@yahoo.com

Nacahue. Mito wixárika (anónimo)

Un día llegó la lluvia, llegó con mucha fuerza. Su gran poder hizo que todo sucumbiera ante las aguas. Y cuando pasó el tiempo y todo estuvo en calma, los árboles volvieron a crecer, ya no hubo más tierra cubierta por las aguas. Fue entonces cuando empezó de nuevo la vida de aquel indio y su perra negra acompañados del maíz y el frijol. Pero hubo una sorpresa y el indio wixárika tuvo hijos que poblaron la Tierra. Este mito de los wixáritari de México está tomado del libro Mitología americana de Mariano Izquierdo Gallo.

Anthony Fernández (Caracas, 1990)

Estudió Diseño Integral en la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY). Se ha destacado en los ámbitos del diseño editorial y la ilustración. Entre sus trabajos como ilustrador figuran: el clásico Las mil y una noches (2012), Mr. Boland de Salvador Garmendia (2014) y La gata, el espejo y yo de Nelson Himiob Alvarenga (2015).

Anónimo (ilustrado por Anthony Fernández). Nacahue. Mito wixárika. Fundación Editorial El perro y la rana.

Edición digital, 2018

Descárgalo gratis: http://www.elperroylarana.gob.ve/nacahue-mito-wixarika/