Derreflexión │ Disfuncionalidad familiar
Y problemas de aprendizaje en los niños
01/04/23.- Los niños que crecen en ambientes desestructurados arrastran problemas hasta la edad adulta.
La disfuncionalidad familiar aparece como un factor incidente en la educación infantil y es uno de los temas que más se abordan en la actualidad.
En el seno familiar aprendemos las primeras lecciones para la vida, también los valores. Es en ese núcleo en el que aprendemos si el mundo es un lugar seguro o no. Por ello es tan importante para los pequeños crecer en un ambiente armónico, considerando, además, que sus cerebros continúan en desarrollo luego del nacimiento.
Disfuncionalidad familiar y educación
La disfuncionalidad familiar tiene una repercusión negativa en el proceso de aprendizaje de los niños y esto muchas veces pasa desapercibido en las aulas. Aunado a ello, el apoyo de los padres en el proceso escolar es escaso, por lo que estos niños no logran tener cubiertas todas sus necesidades de forma oportuna.
Son diversos los autores que relacionan la disfuncionalidad familiar con las dificultades que atraviesan los estudiantes, tales como agresividad, falta de interés en las asignaturas, conflictos emocionales, entre otros, resaltando que las madres y padres no siempre participan de forma activa en el aprendizaje de sus hijos.
De acuerdo con la autora Julia Sagbaicela, en su estudio sobre la disfuncionalidad familiar y su incidencia en los problemas de aprendizaje en los niños, una de las variables —considerada como un predictor del rendimiento académico— es la pertenencia a una familia disfuncional, la cual es definida como aquella que no es capaz de desarrollar las destrezas y habilidades mínimas que se ameritan para que una persona se pueda relacionar de forma adecuada con los demás.
En este sentido, la autora señala que, a pesar de que los efectos de la disfuncionalidad familiar en el rendimiento académico aún no son concluyentes, las experiencias indican que sí se trata de una variable que repercute en la otra.
Dicha secuela se manifiesta a través de la ansiedad y la depresión, trastornos que también afectan el rendimiento en la etapa escolar, pues se estima que los sujetos con depresión severa, que forman parte de familias conflictivas, presentan una eficacia académica negativa.
Las consecuencias de vivir en el seno de una familia disfuncional
El que un niño crezca en el núcleo de una familia disfuncional tiene repercusiones negativas tales como el aislamiento social, el cual puede ser provocado por experiencias traumáticas vividas durante la infancia y que, en la edad adulta, le impiden tener un acercamiento sano con otras personas, lo que los lleva a optar, en muchos casos, por la soledad.
Quienes han vivido con familias disfuncionales también se enfrentan al riesgo de padecer trastorno del comportamiento, ocasionado por la presión y el estrés constante al que se ven sometidos a diario.
Muchos niños tienen pensamientos negativos hacia sí mismos y esto se debe a la cantidad de mensajes adversos que los padres o cuidadores les han transmitido desde muy temprana edad.
El autoritarismo, las críticas, los malos tratos y acciones similares también pueden deteriorar la autoestima de un infante. Este efecto puede durar incluso hasta la edad adulta.
Son muchos los casos en los que las personas que no han crecido en ambientes funcionales tienen dificultad para expresar lo que piensan o sienten, pues provienen de un núcleo donde no había buena comunicación.
¿Cuáles son las características de una familia funcional?
En las familias funcionales no hay lugar para los abusos, especialmente en la actualidad, un momento cuando abunda la información sobre la crianza positiva y todas las herramientas de las que pueden hacer uso los padres para comunicarse de forma apropiada con sus hijos.
De igual modo, en las familias funcionales priman los buenos valores. Todos tienen claros los roles que desempeñan y no hay alteración en ello, por ejemplo: un niño cuidando de otro niño, cuando lo adecuado es que ellos vivan su infancia de forma plena y los adultos sean los que ocupen los roles de padres responsables.
Si bien la vida no está exenta de conflictos, en las familias disfuncionales estos son una constante, mientras que en las funcionales todos los miembros trabajan en equipo para resolver los problemas que surjan.
En las familias funcionales también hay vínculos emocionales saludables, caracterizados por la unión y la solidaridad, la cual da cuenta de la fraternidad que existe entre ellos. Hay un interés por el bienestar del otro y todos viven a modo de unidad, bajo un sentido de pertenencia.
La armonía es otra cualidad de los hogares funcionales, sustentada en los valores, los principios y el diálogo. Hay afectividad en las relaciones familiares, en lugar de desagrado ante la interacción de los unos con los otros.
Los sistemas familiares saludables no son rígidos, sino flexibles, es decir, pueden cambiar para adaptarse a las circunstancias y darse apoyo entre todos.
Estos componentes son necesarios para que los niños puedan crecer sanamente y tener un buen desempeño académico.
Isbelia Farías
Bibliografía
Sánchez, J. (2018). La disfuncionalidad familiar y su incidencia en los problemas de aprendizaje de los niños de tercer año de educación general básica elemental. Revista multidisciplinaria de investigación Espirales. 2. 10.31876/re.v2i21.341.
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Isbelia Farías
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