Vitrina de nimiedades | Riesgosa profundidad

Estamos entrando en una dimensión que demanda la construcción de un consenso básico

08/04/2023.- A veces, las redes sociales pueden ser voces de alerta. Al menos, hacen dudar un buen rato, especialmente cuando pensamos en esos usos de internet que poco discutimos, como la llamada “web profunda” y la “web oscura”, y en los riesgos que implica el empleo descontrolado de herramientas como la inteligencia artificial. Si las juntamos, cándidamente, sin reparar en los riesgos de no contar con principios éticos, estamos entrando en una dimensión que demanda la construcción de un consenso básico para evitar daños profundos en nuestra imagen y en la percepción del “otro”.

Por cuestión de azar, en Instagram me puso frente a una chica que, a través de un reel, alertaba sobre el empleo de IA en la producción de videos pornográficos, con el uso de imágenes de mujeres que no han consentido eso. Una especie de vulneración virtual con graves costos en la vida real que, sin embargo, es totalmente previsible. De eso no se habla, salvo que el algoritmo tenga la bondad de ponernos a estos contenidos que siembran la duda razonable sobre nuestra relación con lo tecnológico.

Si comento esto por acá, no es para condenar y seguirle echando leña al debate sobre la llegada de nuevas herramientas que pueden superar nuestras habilidades con eficacia y rapidez. Solo pongo en la mesa un ejemplo de todos los riesgos que corremos como humanos si no damos una discusión ética y legal sobre el impacto de la tecnología en el uso de la imagen humana.

También, podríamos pensar en el impacto de la IA en la vida política. Ya no será necesario tener candidatos abrazando niños, menos aún besando abuelitas. Constrúyanse las imágenes y eso está listo. ¿Qué hacer con el adversario? Más de un genio debe estar pensando en cómo montará fake news para perjudicarlo. Ahora, la pugna no será por la verdad, sino para demostrar dónde está la mentira.

¿Debemos volvernos neuróticos con los avances tecnológicos? ¿Nos unimos a las voces de figuras como Elon Musk? ¿Vemos la IA como el apocalipsis, el “Ahora sí” del fin de los tiempos? ¿Nuestra creatividad está llegando a su fin? Las respuestas no son claras, pero sí es urgente encontrar los caminos para un uso útil y respetuoso de los descubrimientos y avances que tenemos frente a nosotros. No podemos eludirlo. Hacerlo es caer en la riesgosa profundidad de la manipulación y el desdibujamiento de la imagen como herramienta de identidad y respeto.

Rosa E. Pellegrino 

 


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