Estoy almado | La tradición más allá del pescado
08/04/2023.- En la zona de venta de pescado en el mercado de Quinta Crespo no cabe un alma más. Es miércoles santo y la muchedumbre en el lugar se divide entre quienes hacen fila para pagar o hacer su pedido, y aquellos que se mueven entre el gentío buscando el espécimen marino.
Todos en ese mercado quieren cumplir con la tradición católica de comer pescado y evitar consumir carne o pollo. ¿Cuántos, como ellos en el mercado, realmente podrán cumplir esa tradición en el país? Tal vez más de lo que uno cree.
Al menos así se aprecia en la avenida Baralt o Fuerzas Armadas en el centro de Caracas, donde camiones de pescado venden toda su mercancía a compradores ansiosos de obtener el manjar marino.
Sin embargo, Teresa, —una pensionada que vive en el centro de Caracas— no será una de las que comerá pescado en esta Semana Santa. No porque no quiera, sino porque no le alcanza. En pocos días el precio del pescado que quería subió de $5 a $10.
“No comeré pescado, total, eso no me hace menos creyente. Yo rezo todos los días. Dios sabe el sacrificio que hago todos los días”, dice resignada.
Como Teresa hay muchos, pero también están quienes no le paran tanto a la tradición religiosa y valoran comer lo que sea en Semana Santa, siempre y cuando compartan la comida en comunión con familiares y amigos. En estos encuentros no se trata de consumir el pescado, sino de propiciar la camaradería con los otros. Eso, en medio de una crisis económica, puede ser más valioso que presionarse con el frenesí comercial de buscar un pescado para cumplir con la Semana Santa.
Manuel Palma