Horizontes de sucesos | La insoportable levedad de las bacterias

La fuerza de gravedad no aplica para organismos tan diminutos como las bacterias

17/04/23.- En una conversación sobre la dilatación del tiempo, la contracción del espacio, "los soplos náuticos y demás imantaciones", surgió la idea de la gravedad como única fuerza orientadora.

Ya había dicho en este espacio que la gravedad es una de las verdades innegables que termina por darle carácter a todo lo existente en esa suerte de malla cósmica constituida por el tiempo y el espacio (aunque en realidad no puede verse como algo plano) porque de ella depende la densidad de los cuerpos y, por ende, su presencia.

También he afirmado que si la gravedad termina por darle carácter a todo lo existente en el espacio-tiempo es porque la densidad de los cuerpos, indiferentemente de su volumen, determina su presencia en el universo. 

Al parecer esto no es del todo cierto. ¿Puede algo escapar de la fuerza de la gravedad? La verdad es que sí puede. Hay microorganismos que por ser tan ligeros no son atraídos por los 9,807 m/s² de gravedad terrestre. 

La pregunta inmediata que surge es cómo se orientan en nuestro planeta. Estos seres diminutos poseen unas suertes de imanes internos llamados magnetosomas que usan para ubicarse y aún no queda claro si en ello interfiere el campo magnético de la Tierra. 

Entonces se puede decir que la gravedad como fenómeno observable en la interacción de los fenómenos en el universo, y determinante en la velocidad de los cuerpos celestes, no necesariamente influye en todo lo existente. 

Ahora, no sé cómo llegamos a esa conversación, tampoco si todas esas afirmaciones surgidas al calor del mediodía calcinado eran producto de una alucinación, el hambre u otras penurias psicoemocionales del momento. Sin embargo, todo relato es verídico por el solo hecho de existir, dicen. 

Concretamente, la gravedad es una de las cuatro fuerzas fundamentales de interacción en el universo. Las otras son la fuerza nuclear fuerte, la fuerza electromagnética y la fuerza nuclear débil. Si bien no es la única, es la más llamativa porque determina los movimientos a gran escala, que incluye soles, planetas, lunas y otros cuerpos grandes.

El electromagnetismo, otra de las tres interacciones fundamentales, es predominante a escalas más pequeñas como el caso de las bacterias y demás microorganismos. Esta interacción se da a través del intercambio de fotones y diversos fenómenos del mundo real. Aparte de la gravedad, la mayoría de las fuerzas en la experiencia cotidiana son consecuencia del electromagnetismo. Esa conversación del mediodía, aunque no hay manera de comprobarlo, estuvo signada por esta fuerza. 

Heathcliff Cedeño


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