Al derecho y al revés | Muchos "pepa asomados"

19/04/23.- Poca visión observo en parte de los invitados del presidente Petro al aquelarre donde supuestamente nos van a resolver nuestros problemas.

A vuelo de pájaro es obvio que Colombia, la gentil organizadora de este diálogo de altura, tiene muchos más problemas que nosotros.

Y los tiene de antes, digamos desde el nunca aclarado asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, ocurrido hace más de setenta años, cuando comenzó una guerra civil que en su haber pasa de cien mil muertos.

Esto originó una de las más antiguas guerrillas del orbe, que controla porciones del territorio, cuya violencia compite a veces con la del ejército regular y es la causa de una emigración mucho mayor a la llamada "diáspora" nuestra.

Y el Perú, aparte de tener presos, sentenciados o "suicidados" a todos sus expresidentes, al actual lo defenestraron con una jugada filibustera que ha provocado más de setenta muertos y tiene a ese país al borde de una guerra civil.

Sobre el Ecuador y Bolivia es sabido que ambos tienen graves problemas políticos a pesar de no tener que sufrir los rigores de unas sanciones que les impidan, bárbara, ilegal y unilateralmente comerciar con el resto del mundo a esos países. Sanciones que nos hacen más dura la vida a los venezolanos.

Sin embargo, esos quince países no forman un grupo para resolver los problemas de aquellos pueblos, recordando que algunos integrantes del aquelarre estuvieron en el infame Grupo de Lima que se formó para derrocar al gobierno venezolano.

Beatos esos Presidentes… ¡Sabrá Dios qué buscarán!

Porque algo buscan la mayoría de los países invitados, a pesar de no tener vela en el presunto entierro nuestro porque los intercambios son mínimos y saben que los yanquis no les van a soltar recursos a cuenta de la "inmigración venezolana".

A mi modesto entender son muchos los participantes para un diálogo en el cual sin estar ni el gobierno ni el inefable exalcalde Gerardo Blyde —que asegura representar a todas las oposiciones—, solo cabría Colombia por vecina, los Estados Unidos por grandotes, México y Brasil por medianos —a pesar de que la economía brasileña es menor que la del estado yanqui de Colorado.

De manera que invitar a quince países a dialogar sobre cómo poner de acuerdo al gobierno venezolano y a la oposición me recuerda a cuando, ante un problema para el cual no se tenían los recursos para solucionarlo, los Presidentes nombraban una Comisión donde, aparte de los ministros, incluía gobernadores, alcaldes y rectores de universidades que no por ociosos tenían tiempo siquiera para volverse a reunir tras la foto oficial en Miraflores...

Si hace dos décadas, cuando vino a ayudarnos el presidente Jimmy Carter y el secretario general de la OEA César Gaviria, hubiesen escogido quince países acompañantes, ¡aún estarían discutiendo la metodología para implementar un revocatorio que ganó el presidente Chávez y que ningún país próspero contempla en sus Constituciones!

Finalizo, y a mí que me disculpen, pero los caraqueños acostumbramos hablar claro sin tener que enemistarnos: en ese grupo cuya meta, según dicen ellos mismos, es volver al diálogo mexicano, poco o nada se ganará, como poco o nada se ha ganado en la capital azteca o en Barbados, etc… A lo sumo unos pillos pescados delinquiendo contra los presupuestos públicos fueron habilitados legalmente... dicen… ¡inmoralmente escribo!

En nuestra jerga típica caraqueña diríamos que en ese grupo de quince países hay mucho "pepa asomado".

 

Domingo Alberto Rangel


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