Vitrina de nimiedades | Oficios virales e inusuales
En el mundo digital se encuentran más oficios extraños de los que podemos imaginar
22/04/23.- Cuentan los medios que una brasileña está haciendo realidad en el sentido más literal de la expresión aquello de ganarse el dinero con el sudor de su frente (y de otras partecitas del cuerpo). Por sugerencia de un exnovio, quizás aún influido por las feromonas, Wanessa Moura decidió convertir su transpiración en la base de un perfume que promete ser más potente que amarre de bruja experta.
La oferta de Moura, una modelo de casi treinta años, es lograr que la vida amorosa de cualquier ser tome un aroma emocionante. Basta aplicar este producto en zonas estratégicas y empezar a atraer hombres. En un acto de extrema confianza en sí misma, promete aumentar el atractivo con solo estimular el olfato. Quien lo compre, solo tendrá que sudar trabajando para reunir 138 dólares por un frasco de 50 ml, que probablemente administrará con el mismo celo de un pichirre.
Esta noticia, que parece más fake news que un emprendimiento de vanguardia, podría parecer un chiste. No lo es por una simple razón: en el mundo digital se encuentran muchos más oficios virales e inusuales de los que podemos imaginar. Más de una madre en este momento debe estar arrepentida de regañar a sus hijos por estar echados en la cama catorce horas o más. Estaban entrenando para un buen negocio: hacer lives o transmisiones en vivo mientras se duerme.
En un acto de productividad totalmente alejado del trabajo tradicional, los streamers del sueño o sleepfluencers ganan dinero por dejarse ver mientras duermen. Lograron monetizar la poética frase "velar el sueño" y convertirla en algo más que simplemente ver. Algunos crean las condiciones para llevar el papel de mirón al siguiente nivel: crearon sistemas para que los espectadores puedan interrumpirles el sueño. Podría ser la fantasía perfecta de cualquier insomne.
Poner las horas de descanso al servicio de las redes sociales no es gratuito. Sacrificar el sueño le ha reportado hasta 32.000 euros mensuales a Jakey Boehm, uno de los sleepfluencers más reconocidos. Pero lograr semejante resultado para enganchar a miles de seguidores solo es posible con ingenio y algunos patrocinadores de peso.
Cuando uno se encuentra con la historia de Moura o ve las ganancias de Boehm, sabe que su olfato creativo no funciona. ¿Cómo hacer para inventarse un negocio así? ¿Cómo pueden verse oportunidades donde nosotros vemos la pirámide de Maslow? ¿De dónde se sacan esas peculiares ideas?
Quizás, en ese intento por "pensar en grande" muchos terminamos viendo el mundo en pequeño. Y si se trata de aspiraciones laborales, nuestras ideas pueden ser microscópicas. Eso de dejar atrás los pensamientos de "asalariado" no nos sale bien. Dejamos de ver oportunidades en los momentos más inusuales: sacar la basura, prender la bomba de agua del edificio, perseguir el autobús para no quedarnos cuarenta minutos más en la parada, sufrir en el trabajo…
A lo mejor tenemos nuestro oficio viral e inicial: somos extraordinarios influencers del estrés.
Rosa E. Pellegrino