Parroquia adentro | El Metro de Caracas
Memorias de un usuario
Fue en 1947 la primera vez que se habló de un transporte masivo...
27/04/23.- El pasado 2 de enero de 2023, el Metro de Caracas cumplió cuarenta años de servicio. A la fecha, muchos son los caraqueños que han utilizado este sistema que, como en todas partes del mundo, pasa por sucesivos ciclos de auge y colapso como consecuencia de los continuos aciertos y desaciertos de su gerencia y la actitud de sus usuarios.
Aunque fue en 1947 la primera vez que se habló de un transporte masivo y se iniciaron los estudios urbanos, no fue sino en 1983, treinta y seis años después, cuando este proyecto se hizo realidad.
En enero de 1983, estando en sexto grado, recuerdo a la maestra diciéndonos: "Niños, Caracas ya tiene Metro. Debemos cuidarlo. Díganles a sus padres también". Y es que meses antes, la C. A. Metro de Caracas había puesto en marcha en las escuelas una campaña informativa, por lo que muchos ya podíamos tener idea de cómo lucían los trenes y cuáles eran las reglas para los usuarios.
Era común que las maestras colocaran como proyecto especial de clase, utilizar el servicio, tomar fotografías y entrevistar a los trabajadores. Al principio, se tomaba el tren ida y vuelta solo para conocerlo, sin siquiera bajarse en alguna estación.
Conocí el Metro pocos meses luego de la inauguración. Me acompañó mi vecino, mismo que años después fuera mi compadre. El primer tramo habilitado fue La Hoyada-Propatria. Recuerdo haber comprado los boletos en la máquina dispensadora. Fue impresionante ver la "inteligencia" del aparato al dar vuelto a una moneda de Bs. 5. Todo olía a nuevo. Ya sabíamos que debíamos estar lejos de la raya amarilla en el andén. En pocos minutos el túnel se iluminó, pues ahí venía el esperado tren, empujando una masa de aire que levantó la gorra que llevaba puesta. Diversas personas esperaban la apertura de las puertas luego de un timbre particular.
Con asombro nos mirábamos la cara adultos, jóvenes y niños. Todos teníamos una sonrisa nerviosa antes de entrar al vagón. Una vez dentro, lo primero que algunos hicieron fue poner sus manos en el ducto de ventilación. Siempre recuerdo a un abuelo diciendo: "¡Sí, es cierto, este tren tiene aire acondicionado!". En instantes escuchamos el anuncio del operador del tren, quien nos iba indicando el nombre de cada estación en nuestro recorrido. Aún tengo presente entre risas a los chamos remedando la voz que salía por los parlantes: "¡Eeeessstación Propatria!".
Tiempo después, ya inaugurado el tramo la Hoyada-Chacaíto, me tocó vivir mi primer despecho. Esto coincidió con una novela protagonizada por Guillermo Dávila, donde él mismo estando en pleno guayabo manifestó haberse ido desde Propatria a Chacaíto una y otra vez para sopesar la pena. Siendo así y tomando el consejo del popular actor, fui temprano a realizar los recorridos que se suponía aliviaran mi desdicha. Ya al mediodía, luego de un sinfín de recorridos, me bajé en la estación Capitolio, agotado, con hambre y con el llanto en la garganta. ¡Definitivamente esa terapia solo funciona en las telenovelas!
Hoy el Metro de Caracas es un complejo sistema de transporte con grandes desafíos, pues no es sencillo atender 106 km de rieles distribuidos en 51 estaciones que hacen conexión con los sistemas Metrobús, Metrocable y Bus Caracas; y con una población que requiere un proceso de sensibilización y formación para recuperar ese sentimiento de pertenencia tan necesario para el buen servicio.
Hagamos del Metro de Caracas ese lugar impresionante, es decir, ese espacio limpio, ordenado y moderno que tanto necesita nuestra capital, para que al igual que aquel día de enero de 1983 podamos volver a ver en sus usuarios una gran sonrisa.
Parroquia adentro:
Gabriel Torrealba Sanoja
Julio González Chacín (†)