Letra fría | Lara/Soto/Riera: dos centenarios en uno

28/04/23.- En la edición de 1992, el título se lo puso Roberto Rico, el diseñador del CD, y valga la ocasión para hacer justicia después de tantos años, porque un duende travieso de la imprenta voló su crédito y nunca se corrigió ni se supo públicamente que el autor fue aquel cariñoso gordo, nuestro buen amigo Roberto, que falleció hace algunos años.

El cuento de la grabación lo echó otro buen amigo fallecido, Aquiles Báez, en Prodavinci:

Soto adoraba la música de Agustín Lara y con el poeta Humberto Márquez coordinaron hacer este disco llamado Lara/Soto/Riera. Más allá de la calidad musical del disco, la experiencia de la grabación fue toda una odisea. Primero el dueño del estudio puso unas condiciones particulares, como "nada de bebidas alcohólicas". Cuando llegamos al estudio, Soto pega un grito en el cielo y dice que él sin un "whiskicito" no grababa nada. Casi decidimos irnos a grabar a otro sitio, pero cuando el dueño del estudio vio quiénes eran los personajes, cedió súbitamente. Así fue que bajo mi absoluta responsabilidad accedió a que incluyeran lo espirituoso.

Luego Soto estaba acostumbrado a cantar en parrandas, pero no en un estudio. Eso es otra cosa. Rodrigo, por su lado, estaba regañando todo el tiempo a su pana Jesús Rafael. Lo cierto es que grabamos ese disco en un par de sesiones de unas cuatro horas cada una. Soto decía: "Ya está, ¿para qué tanta grabadera? Eso está bien así". Rodrigo, por su lado, presionaba porque quería hacer la cosa otra vez, y uno en el medio, sin poder refutar nada a ninguno de los dos. Y como eran como hermanos, Soto le decía a Rodrigo cosas como: "Toca esa vaina bien, tanto Segovia y no puedes tocar bien un bolerito". A lo que Rodrigo le respondía: "Acá el que tiene el complejo de Agustín Lara, que anda siempre perdido por las mujeres, eres tú". Si no fuera porque ya los conocía, creería que se estaban dando con todo, pero nada más lejano a eso; estaban literalmente gozando una bola, hablando en criollo. Lo cierto es que el resultado es una curiosidad, un artista plástico cantando y acompañado por uno de los maestros de la guitarra en Venezuela. Para mí es un disco hermoso, de colección por lo particular.

La noticia es que ante la coyuntura de los cien años de ambos maestros (Soto nació el 5 de junio de 1923, en Ciudad Bolívar, y Riera, el 19 de septiembre de 1923, en Carora) todo parece indicar que muy pronto tendremos una nueva reproducción como "Edición especial Centenario de Jesús Soto y Rodrigo Riera" junto a la Fundación Jesús Soto, mediante diversos patrocinios.

Seguiremos informando.

 

Humberto Márquez


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