Hablemos de eso | Conferencia en Bogotá

30/04/2023.- En algunos medios empezaron a llamarle “Cumbre de Bogotá”, su nombre oficial fue sin embargo “Conferencia Internacional sobre el Proceso Político Venezolano”. En efecto celebrada el 25 de abril, convocada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, a la que asistieron delegaciones de Alemania, Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Honduras, Italia, México, Noruega, Portugal, Reino Unido, San Vicente y las Granadinas, Sudáfrica, Turquía y de la Unión Europea. Como puede advertirse acudieron países cuyos gobiernos anteriores pertenecieron y auparon el Grupo de Lima, aliados de Venezuela y el principal protagonista del bloqueo y el financiamiento de la guerra, los Estados Unidos.

Cumbre extraña, porque trata sobre el proceso político venezolano y no participan ni el gobierno ni ningún otro venezolano o venezolana. Tal vez por eso, Juan Guaidó se fue para allá, creyendo que estos eran los tiempos de antes, cuando cualquiera de los asistentes lo hubiera recibido con honores, como si fuera el señor presidente de Ucrania, que después le siguió los pasos.

A Guaidó tuvieron que recordarle que hay leyes en Colombia y que no resulta recomendable entrar por caminos verdes y sin pasaporte, como lo hacía cuando el presidente era Iván Duque, quien llegó a poner a su disposición el helicóptero presidencial hasta donde le llevaron una custodia de paramilitares. Podía usar el territorio colombiano a sus anchas y salir fotografiado en un camión, pretendiendo invadir a a Venezuela; y al presidente colombiano le parecía heroico. Todo eso parece que lo olvidaron muchos.

Lo cierto es que a Guaidó le pidieron que abandonara aquel país y lo acompañaron al aeropuerto para que tomara el vuelo hacia Miami, con el acompañamiento y respaldo de agentes de los Estados Unidos. La Cancillería colombiana declaró que las autoridades de migración lo acompañaron para asegurarse de que fuera.

Episodio aparte, llama la atención que se hiciera una conferencia sobre Venezuela sin Venezuela. Si el mundo fuera otro, podríamos convocar desde aquí conferencias:

• Para que Colombia revise su sistema electoral, “sistema hecho a la medida de las trampas, irregularidades y toda clase de triquiñuelas para burlar la voluntad de la gente en favor de los partidos del establecimiento oligárquico imperante” (Luis Alfonso Mena. parentesiscali.blogspot.com). Un sistema donde se desaparecen miles de sufragios y un proceso caracterizado por la compraventa de votos (ver, por ejemplo, Angarita-Cala (2016): Elección racional: voto obligatorio y venta del voto en Colombia; Tule (2020): Compra de voto en Colombia: ¿cómo viste el fantasma y cuáles son sus implicaciones?). Ese al que tuvo que enfrentarse el actual presidente para ganar las elecciones, aunque uno queda con la impresión que de todos modos afectó la composición del Congreso.

• Para atender la crisis política de Estados Unidos, y comprometerlos a superar un sistema electoral donde puede ganar el que queda de segundo (como en el caso de George W. Bush en 2000 o de Trump en 2016), donde solo se toman en cuenta dos partidos, donde pueden tardarse varios días para saber quién ganó. Un sistema que el propio Trump ha calificado de fraudulento.

• Para republicanizar Europa y exigir el fin de las monarquías o la recepción justa y adecuada de los migrantes que se ven obligados a cruzar el Mediterráneo, dónde han muerto por miles, y que son producto de las aventuras guerreristas de los europeos.

Uno puede hacer una lista más larga y con más detalle, y enviársela al señor Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea.

Pero volvamos a la Conferencia. Su declaración final es corta y debe ser reproducida en su totalidad, todas las veces que se pueda. Quedaron de acuerdo en:

1. La necesidad de establecer un cronograma electoral que permita la celebración de elecciones libres, transparentes y con plenas garantías para todos los actores venezolanos. En ese sentido, se mencionó la importancia de tener en cuenta las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea de 2021.

2. Que los pasos acordados a satisfacción de las partes vayan en paralelo con el levantamiento de las distintas sanciones.

3. Que la continuación del proceso de negociación facilitado por el Reino de Noruega, que ha tenido lugar en México, sea acompañada con la aceleración de la implementación del fondo fiduciario único para inversión social en Venezuela.

Es por lo menos odioso que representantes de gobiernos extranjeros se metan en la vida de nuestra casa y vengan a darnos consejos. Más odioso todavía que nos recomienden lo que ya hacemos; porque para nosotros es normal que haya elecciones libres, transparentes y con plenas garantías, donde se han electo alcaldes, concejales, gobernadores, diputados de oposición. De acuerdo con la Constitución, el actual período presidencial concluye en enero de 2025 y, por tanto, las elecciones y su cronograma se harán en 2024. Todas las observaciones sobre el proceso electoral se han tomado en cuenta (aunque, como es natural, solo se asuman las que se considera convenientes) y, precisamente por eso el sistema electoral se ha ido perfeccionando. El primer punto es irrelevante, solo se entiende como saludo a quienes no se han cansado de calificar al Gobierno venezolano como una dictadura, a quienes han auspiciado golpes de Estado, intentos de magnicidio, persecuciones, intentos de invasión, robos a la nación y cuanto mal han podido idear con esa excusa.

Si es por levantar las “sanciones”, estaría bien. Pero los compromisos en ese sentido se rehúyen de todas maneras. Ya saben de su ineficacia, pero no les preocupa el daño que han hecho. A juzgar por las declaraciones del señor Borrell, después de la Conferencia, todo es sí pero no.

Al menos reconocen la necesidad de que se cumpla el acuerdo de entregar 3.200 millones de dólares del dinero secuestrado a la República, para educación, salud y manejo de emergencias. Eso se acordó en México y no se cumplió. Los enviados de los gringos se comprometieron, pero los amos no. Y hacen lo que les da la gana.

Gustavo Petro ha hecho su esfuerzo y se le agradece, pero al final no se puede contar con el levantamiento del bloqueo y el fin de la guerra híbrida de Estados Unidos contra el pueblo venezolano. Tenemos que seguir adelante con nuestro propio esfuerzo, seguir denunciando los males que provocan y venciendo en la lucha cotidiana. Mientras tanto, el mundo va cambiando.

Humberto González Silva


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