01/05/2023.- Los líderes de los mayores sindicatos se congregaron en Potenza, en el depauperado sur, tras reunirse anoche con la primera ministra ultraderechista Giorgia Meloni en Roma y ser informados sobre el nuevo decreto de ley de mercado laboral, dirigido a reducir la presión fiscal en lo que queda de año a las rentas de hasta 35 mil euros anuales y a alargar la temporalidad de los contratos.

"El Gobierno está poniendo parches pero hace falta una estrategia. No se puede continuar a golpe de propaganda", denunció el secretario de la CGIL, Maurizio Landini, muy crítico con que el Gobierno apruebe leyes en un día festivo como el Primero de Mayo.

Landini abogó por mantener todas las manifestaciones programadas para los próximos meses: "Tenemos razones. Hay que cambiar las políticas económicas y sociales, que están equivocadas", refirió.

El decreto, a su parecer, "aumenta la precariedad y liberaliza los contratos temporales".

Decaído diálogo

El líder de la CISL, Luigi Sbarra, lamentó que "el diálogo con el Gobierno en las últimas semanas ha decaído" por "demasiadas medidas sin implicar a las partes sociales".

Giorgia Meloni ha decidido convocar su Consejo de Ministros justamente este festivo por el Primero de Mayo, en un intento de demostrar su compromiso con los trabajadores, pero los sindicatos lo han tachado de "propaganda".

Por otro lado, la secretaria del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Elly Schlein, líder de la oposición, participó en la manifestación de Portella della Ginestra para recordar la matanza de 11 campesinos por la banda de Salvatore Giuliano en 1947.

"El empleo en Italia es demasiado pobre y demasiado pirata. Lo saben sobre todo los jóvenes y las mujeres", denunció Schlein.

Como cada año, el Primero de Mayo culminará con el gran concierto organizado por los sindicatos en una de sus plazas símbolo, la de San Juan de Letrán en Roma, un evento sin embargo amenazado por la previsión de lluvia que se extiende por casi todo el país.

LUIS ZÁRRAGA/ CIUDAD CCS