Estoy almado | El uso de las negritas en los nuevos lectores
¿Cuál es la importancia de las negritas en los textos digitales?
06/05/2023.- Hace décadas un conocido que trabajaba en una imprenta temía que lo despidieran por imprimir la edición de un periódico con exceso de negritas en las noticias. "¡Se los juro! La máquina empezó a resaltar informaciones en negrita. Yo no tuve nada que ver", se defendía en una tertulia con periodistas. Estaba preocupado porque en esa impresión de alto tiraje se gastó más tinta de lo normal, sin contar la extraña edición que circuló al día siguiente en la calle. En aquel tabloide muchos párrafos al azar aparecieron destacados en negrita. Visualmente parecía que las negritas indicaban que había muchas cosas importantes para leer entre líneas.
El incidente no pasó más allá del clásico "error de imprenta", pero lo sucedido —nos contó después aquel trabajador— sirvió para que el periódico utilizara negritas en la estructura de las informaciones donde antes no las usaban. Las negritas, al parecer, organizaban mejor la información para facilitar una mejor comprensión del texto. Además, cumplían de guía visual para los lectores.
En aquel entonces, en ese tabloide, las negritas no estaban siendo utilizadas por mero desconocimiento de sus editores. Hoy, sin embargo, sorprende que algunos responsables de publicaciones digitales se nieguen a usarlas, tal vez porque aún se encuentran en la transición del impreso a lo digital.
La verdad, el uso de negritas no es un invento nuevo. Otros periódicos ya las usaban con elegancia y estilo, mientras que los libros ya habían dictado cátedra de cómo podían emplearse en el texto.
Otrora, las gacetillas y los denominados 'corantos' del siglo XV también dejaron un legado valioso en el uso de las negritas.
Por estos lares, el viejo Correo del Orinoco imprimía todos sus boletines en negritas para dejar claro que todo el texto era sumamente importante para la causa independentista.
Para la publicidad, las negritas son esenciales.
En el pasado fueron aplicadas para remarcar aquellos mensajes dirigidos a persuadir a los consumidores.
Se solían acompañar con palabras en mayúsculas (todavía se hace), bajo la creencia de que el cerebro humano es flojo para leer un anuncio completo, por lo que había que llamar su atención.
Asimismo, las negritas aparecen obligadas (en tamaño diminuto, en ocasiones casi imperceptible) para indicar que consumir en exceso tal o cual producto es dañino para la salud. Algunas cajas de cigarros y botellas de alcohol aún lo cumplen a rajatabla.
En estos tiempos de lectoría digital, las negritas no han pasado desapercibidas. A comienzos del siglo XX, los marketers digitales (especies de publicistas autodidactas) creyeron que el exceso de negritas facilitaba a los robots de Google encontrar más rápido sus textos.
De ese modo, pensaban que sus artículos aparecerían en los diez primeros lugares de resultados entre millones de búsquedas diarias que hacen los internautas. Comenzaba la era digital y las negritas fueron valoradas como un elemento clave en el aclamado posicionamiento SEO.
Luego, los marketers se dieron cuenta de que todo en exceso es malo. Después se creía que las palabras clave (frases e ideas por las que Google nos tiene clasificados en gustos, intereses y búsquedas) tenían que escribirse en negritas.
Así, los bots de los buscadores sabían de qué se trataba el artículo en cuestión y había más probabilidad de que el texto fuera bien posicionado en las competidas búsquedas de Google.
El tiempo demostró que ni lo uno ni lo otro; ni calvo ni con dos pelucas. Técnicamente, las negritas no influyen directamente en el posicionamiento ni ranking virtual de los artículos.
Pero sí es cierto que ayudan al escaneo que hacen los nuevos lectores digitales en la actualidad. Según estadísticas y recientes estudios del marketing, el uso de negritas en los textos son vitales para aumentar el tiempo que dura un internauta "leyendo" y reduce la posibilidad de que abandonemos un texto.
Desde el enfoque neurolingüístico, al parecer las negritas funcionan como suerte de luces de neón que atraen a los lectores para que intenten leer el artículo completo en su dispositivo electrónico.
Corantos
Yo creo que la forma en cómo usaban las negritas en los 'corantos' es la clave de todo: procurando una sensación de orden en el texto y adelantando al lector cuáles ideas resumen o son las más relevantes en el artículo.
En la actualidad nadie ignora este recurso afrodescendiente en un texto digital. Hasta WhatsApp indica cómo hacerlo en nuestro chat: el escrito debe comenzar y cerrar con asteriscos: * (mensaje)*
Los defensores a ultranza de las negritas sostienen que un lector que no ha leído un artículo debería enterarse de qué trata solamente con leer las negritas. Aunque no siempre es así, este recurso en los textos ha de ser usado con criterio, pertinencia y moderación.
Bien usadas cumplen su función; mal usadas espantan a cualquiera, y no usarlas luce como un sacrilegio.
Si en materiales impresos de antaño (periódicos, libros, gacetillas), las negritas ya se usaban con alguna función estratégica, en tiempos de lectura digital no está de más que las usemos en su justa dimensión. Empecemos a ver cómo nos va. Empecemos a reaprender su uso.
Manuel Palma