Psicosoma | Misantropía

09/05/2023.- Procede del vocablo griego misanthrōpía y se define como un sentimiento, actitud de rechazo u odio al ser humano en su totalidad.

Prefieren tratar o compartir con los animales u objetos a los que les demuestran afectos. Huyen de grupos de personas y de actividades culturales o sociales. Sus niveles o grados de rechazo varían, desde expresar críticas negativas, hasta las acciones sociales y de participación en crímenes masivos.

No es un trastorno mental, pero puede estar ligada a una enfermedad mental, sociopatía o cuadros bipolares.

Tienen un autoconcepto sobrevalorado y un elevado nivel de inteligencia. Se sienten rechazados por la sociedad y prefieren resolver sus problemas sin ayuda de nadie más, porque consideran que "pierden el tiempo" con seres muy por debajo de su nivel.

En realidad, son personas con un pensamiento reflexivo que han tomado la decisión de aislarse porque no les interesa socializar; les da una especie de alergia de malhumor tétrico. Solo se acercan a los grupos para obtener beneficios personales y no les importan los medios para conseguir sus fines; tienen un código moral hecho a su estilo y se burlan de los seres altruistas.

Algunos sinónimos que se les acercan, tales como: huraños, ariscos, insociables, introvertidos, inaccesibles, melancólicos, intratables, pedantes, inhumanos, odiosos…

 

Características de la misantropía

  • Manipulan sin remordimientos. No les importan los medios para conseguir sus objetivos personales.
  • Presentan rasgos de sadismo por la falta de piedad ante el sufrimiento de otros seres humanos, ya que no lo relaciona con la moral a menos de que cause un perjuicio a quien lo provoca.
  • Presentan sentimientos de superioridad.
  • Menosprecian las normas sociales porque no les interesa el buen funcionamiento social del grupo, salvo para sus propios beneficios.
  • Les caracteriza la apatía: no muestran dolor por la separación física por muerte o viaje de conocidos, aunque se trate de sus propios familiares.
  • Desprecian la política: no les gustan los movimientos sociales ni las luchas comunitarias por la justicia social.
  • Han construido una moral propia o un mundo para justificar desprecios, apatía e ideas de superioridad.
  • Siempre están de mal humor e irritables, al borde de conductas gruñonas y violentas.

Es notorio en artistas y escritores que abiertamente declaran el odio al género humano. Por ejemplo: Emily Dickinson, Francisco de Quevedo —"Creyendo lo peor, casi siempre se acierta"—, Jonathan Swift —"Quien camine atento por las calles verá, sin duda, las caras más alegres en los carruajes enlutados" —, Pío Baroja, H. P. Lovecraft —"Estoy tan bestialmente cansado de la humanidad y del mundo que nada me puede interesar, a menos que contenga un par de asesinatos en cada página u ofertas de horrores innombrables e inexplicables más allá de los universos externos" —. J. D. Salinger, escritor contemporáneo, y su hija Margaret publicaron un libro dando a conocer sus intimidades: "No eres el primero a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y te estimulará saber que no estás solo en ese sentido".

Realmente verse a sí mismo, aceptarse y luego compartir. Nunca ha sido fácil el proceso de crecimiento psicoemocional. Hay seres que aceptan y se dejan arrastrar por el curso de la vida, unos se enfrentan y nadan a contracorriente, otros mueren en la orilla y otros más se convierten en ostras sin capacidad de verse, de amar al prójimo o próximo. Tienen un endiosamiento con sus leyes que los consumen.

 

Rosa Anca


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