Jesús “Chivita” Lezama destaca como fanático número uno del beisbol

Su fallecimiento deja un enorme vacío entre seguidores de Leones del Caracas

Durante más de 7 décadas animó a los aficionados del equipo Leones del Caracas.

 

11/05/23.- Jesús Alejandro Lezama, conocido como “Chivita”, el fanático número uno de Leones del Caracas y del beisbol falleció a la edad de 104 años, luego de haber encabezado a la fanaticada caraquista por varias décadas.

Jesús Alejandro Lezama, conocido y apreciado por todos los seguidores del beisbol como un personaje que representó el sublime amor que se le puede tener a una divisa. Durante la mayor parte de su existencia animó, con mucho entusiasmo, a su equipo favorito Leones del Caracas.

Nació el 9 de febrero de 1919, en Tucupita, cuando aún era Territorio Federal Delta Amacuro. Llegó en 1936 a Caracas, ciudad provinciana donde el transporte se hacía por intermedio de tracción animal y ferrocarril. Su señora madre, Felicia, le inculcó el amor por sus semejantes. Recuerda que le decía que había que hacer el bien a todos.

Inició sus estudios de primaria con maestras que impartían clases en sus casas donde vivían y la terminó en escuelas, que en esa época eran conocidas como federales. Desde muy joven comenzó a trabajar en diferentes oficios y en varias empresas, donde se destacó por su responsabilidad. Cultivó muchas amistades y era un consejero permanente sobre buenas costumbres.

 

En uno de sus tantos homenajes recibidos por parte del Caracas y sus aficionados.

Lezama confesó, en muchas oportunidades, que su afición por el beisbol comenzó, como a toda la mayoría de población del país, en 1941, cuando el equipo venezolano conquistó el primer lugar de la IV Serie de Beisbol Amateur, realizada en el estadio La Tropical, en La Habana, Cuba y asistió entre la multitud que le dio la bienvenida, en Caracas, a los peloteros nativos.

En el año 1942 se creó el equipo Cervecería Caracas y desde entonces se hizo un consuetudinario asistente al estadio San Agustín, como seguidor de ese conjunto.

Luego, cuando pasó a llamarse Leones del Caracas en 1952, presenció  la gran mayoría de los juegos del equipo en el Universitario y en otras plazas. Viajaba con el conjunto capitalino a los sitios donde le correspondía actuar, incluso cuando Caracas tenía que competir en el exterior, en los compromisos de la Serie del Caribe, fue un  fiel acompañante que arengaba  a los peloteros con su sempiterna corneta.

También afirmaba, en cada oportunidad que se le presentaba, que “para mí el beisbol es pura vida y lo llena a uno de felicidad. Me siento emocionado cada vez que llego al estadio para animar al Caracas, equipo que acompaño a donde vaya a cumplir sus compromisos, tanto en el país como en el exterior. Por cierto, festejé en grande cuando se tituló campeón de la Serie del Caribe en 1982, realizada en Hermosillo, México y también cuando ganó la realizada en el 2006, cuya final se efectuó en el José Pérez Colmenares, de Maracay”.

Respetado por peloteros y aficionados

Cuando llegaba al estadio se dirigía directamente a los vestuarios de Leones del Caracas. Luego de saludar, con todo respeto, a cada uno de los integrantes del equipo, cumplía con la parsimonia de uniformarse como un pelotero más. Al salir al terreno oía el Himno Nacional con la misma posición como si estuviera listo a salir al campo. ¡Claro, su terreno era el recorrido por las tribunas, por donde iba tocando su victoriosa corneta, con la cual también animaba a los aficionados!.

En todo el territorio nacional lo conocían como “Chivita” o “El Corneta”. Había quienes lo señalaban como el amuleto del equipo, otros el animador de Los Leones. Cuando lo abordaban, narraba la historia completa del equipo, desde que se iniciaron los juegos de beisbol en el desaparecido estadio de San Agustín.

Asistía  a diario a todos los encuentros que sostenía el equipo en la campaña de beisbol profesional y en el lapso de más de 70 años fue el responsable de animar, desde las tribunas, a los jugadores en el campo, actividad que era seguida por miles de aficionados que acudían a presenciar los compromisos, tanto en el Universitario como en el resto de los estadios que sirven de escenario a los encuentros de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

 

El equipo de Caracas le dio el número 100 cuando llegó al año centenario de su vida. Foto Bernardo Suárez

 

El sábado 26 de enero, cuando se efectuó un encuentro en la serie final del certamen 2018-2019, entre Leones del Caracas y Cardenales de Lara, la directiva del conjunto capitalino, rindió un emocionado homenaje a Jesús Alejandro “Chivita” Lezama, por acercarse la fecha de su centenario de vida y le colocó la camiseta número 100, con la cual siguió, con su corneta, en el recorrido de las tribunas como responsable de la animación de los encuentros.

El domingo 27 de enero de 2019, en la capilla de la parroquia Universitaria, en Los Chaguaramos, se reunieron representantes de varias instituciones, periodistas, y cientos de fanáticos, para asistir a una misa por los 100 años de Lezama, quien estuvo presente.  El día de su cumpleaños (9 de febrero) miles de personas se manifestaron a través de las redes sociales.

Lezama, con motivo de su aniversario número 100,  nos aseguró  que toda su vida había sido feliz, pero desde hacía 20 años tiene algo que narrar, sobre una situación dolorosa que existe. “Trabajé desde muy joven en varias empresas y a finales de la década de los 60 entré a laborar en el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), lo que es ahora Hidrocapital”.

“Trabajé como cobrador del INOS durante algo más de 30 años y durante ese tiempo coseché muchas amistades. En 1999 despidieron un grupo, en el cual estaba incluido, pero eso no es lo doloroso, porque cumplí un buen ciclo de labores, pero hasta ahora no nos han pagado las prestaciones sociales y eso que el Tribunal Séptimo del Trabajo sentenció a favor. Aspiro que alguna autoridad haga cumplir esa decisión, para que nos cancelen lo que nos corresponde”.

JULIO BARAZARTE / CIUDAD CCS


Noticias Relacionadas