Letra invitada | Si el padre lo dice

Política educativa

14/05/2023.- No hay ni podrá haber sociedad alguna que salga de la pobreza, el atraso y la opresión sin que apueste por la educación.

Según los índices internacionales, de cada 10 peruanos, 7 son pobres y muy cerca de convertirse en pobres extremos. Estos mismos índices internacionales nos señalan que más del 55 % de los niños de 10 años no entienden lo que leen. ¿Sabemos, por ejemplo, que la capacidad de atención de los niños solo es de 4 a 8 minutos, mientras que la de un joven o la de un adulto alcanza entre 10 y 20 minutos?

Entonces, ¿cómo es posible que las sesiones de clase en el Perú duren 45 minutos y que además cada escolar lleve un centenar de materias que para su vida práctica no le ayudará en nada?

En mi gobierno del próximo quinquenio realizaré una reforma total en educación continua comenzando no solo con un aumento del presupuesto general de la República para dicho sector, sino que además ese dinero llegará de manera eficiente para la construcción masiva de escuelas de primer nivel, y no como las que se construyeron en la década de los noventa que, apenas pasado un año, se caían a pedazos... pues, claro, ¿podría amar de verdad un gobernante de origen nipón a un imperio como el quechua? No (y no porque, entre otras cosas, jamás pudo superar el resentimiento causado por la dura migración que tuvieron que soportar los Fujimori).

Paralelamente, se reducirán las materias educativas y el tiempo de las sesiones de clases para dar paso a la investigación personalizada individual y grupal, así como para el desarrollo artístico y deportivo. Se enseñará de modo obligatorio y necesario, tanto razonamiento verbal como matemático, además de filosofía, política y negocios.

Insistiremos en una enseñanza real y sin romanticismos de la historia del Perú y del mundo (no solo la europea), así como las historias de las religiones. Por último, se enseñará el quechua, el aymara, el chino, el inglés y la lengua española.

La enseñanza por materia educativa será de 25 minutos y otros 25 se dedicarán a la investigación personalizada. La metodología deberá ser reestructurada y enfocada desde lo lúdico. No se apostará más por la tradición del maestro erguido versus el alumno sentado durante horas, algo que se ha demostrado es altamente antipedagógico.

Debemos apostar por la libertad de espíritu y de cuerpo. Un niño del Ande tiene conexión con la naturaleza, un niño amazónico se relaciona con los colores y su hábitat, un niño de la costa ama y se relaciona con el mar; por lo tanto, parte de nuestra reforma será llevar e interrelacionar el sistema educativo con el hábitat propio de nuestros pueblos.

Reestructuraremos la educación básica regular de tal manera que la primaria sea de cinco años, la secundaria de cuatro y dos años para la preparatoria (eso que los colegios privados de las burguesías llaman "bachillerato internacional"), de modo que la educación deje de ser un privilegio y sea un derecho efectivo para todos y todas. La preparatoria se dividirá en tres grupos generales: letras y artes, ciencias y números, y tecnología y negocios. Esta nueva etapa educativa será tanto propedéutica para la universidad o instituto como para el trabajo. Lograremos que la preparatoria dé las herramientas necesarias básicas para afrontar el mundo laboral adulto y así tengamos una fuerza de trabajo joven y altamente preparada.

Los adolescentes en la preparatoria podrán elegir las materias que deseen estudiar y los horarios que mejor les convenga para que así puedan administrar su tiempo con la familia, en la investigación o en el ocio fructífero al estilo griego, en el que se usaba el tiempo libre para la reflexión personal, comunitaria y política.

El Estado garantizará la alimentación gratuita de calidad basada en un alto porcentaje de proteínas, verduras y una fuente suficiente de carbohidratos naturales, de tal forma que daríamos un salto revolucionario en nutrición. Así atacaremos tanto la obesidad como la desnutrición, dando las bases materiales mínimas para el mejoramiento en educación de las generaciones futuras.

La educación será gratuita de verdad. El transporte hacia la escuela, también. El colegio no será más un cuartel monacal, sino la expresión más cercana a nuestro hogar. Y si, por la opresión burguesa criolla de estos doscientos años, los niños del Ande, de la Amazonía o de la costa desértica no han tenido experiencias de un hogar digno, sano y saludable, entonces el Estado ofrecerá dicha imagen de hogar para empezar a sanar las heridas que nos han producido estos doscientos años de esclavitud, opresión y capitalismo salvaje.

La tecnología será de punta para la educación. Cada niño y niña contará con una laptop y se apostará por la fibra óptica a nivel nacional, haciendo uso de la red dorsal, esa que nunca se llevó a cabo por los gobiernos anteriores. Para tal cometido contaremos con un acuerdo estratégico con el bloque económico alternativo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), del cual China y Rusia serían los socios principales. Estos socios no solo aportarán computadoras o internet, sino también la infraestructura que va desde colegios hasta trenes de alta velocidad.

Los maestros serán capacitados y evaluados continuamente; tendrán acceso, a través de convenios internacionales, a congresos, capacitaciones y eventos del extranjero en materia pedagógica. Se les aumentará el sueldo y se les proporcionará un ordenador personalizado. A cada maestro se le garantizará el internet en su hogar. Tendrán acceso a préstamos para que puedan hacer sus maestrías, doctorados y capacitaciones en paralelo a los que el Estado les brindará continua y gratuitamente. Cada maestro recibirá un bono especial para transporte y así no tendrá que gastar de su sueldo para lo que es deber del Estado. ¿Saben cuánto debe caminar un maestro o los niños allá en los Andes para educar y educarse? No podemos seguir así.

Las horas de clase serán de cuatro al día y se establecerá un plan de investigación personal para cada alumno, el cual se podrá llevar a cabo en solitario o en grupo, ya sea en casa o en las megabibliotecas públicas que construirá mi gobierno. En dicho plan se establecerán temas y metas que el niño y adolescente deberá llevar a cabo. Ese plan será de cuatro a seis horas al día e incluirá investigación académica y científica, desarrollo de alguna actividad artística y de alguna actividad física o deporte. De este modo, se garantizarán cuatro horas de sesiones académicas en aula, dos en bibliotecas, dos para el arte y dos para el deporte. Habrá mayor libertad, pero también mayor responsabilidad.

Por otro lado, he decidido junto a mi equipo técnico que se hará un plan lector y de alfabetización total masivo. Llevará por nombre "Plan Lector Arguedas". ¿Quién mejor que este gran intelectual que mostró al mundo las profundas heridas de la opresión criolla, hoy los burgueses de turno, contra el Perú? La finalidad no es solo eliminar el analfabetismo, pues se buscará que todo lo que se lea, se comprenda y se pueda explicar de manera sencilla como para un niño de tercer grado.

Haremos una reforma en las carreras que ofrecen las universidades por cada región, priorizando las necesidades locales y fomentar así su desarrollo. Por ejemplo, en Huacho, mi ciudad natal, se da mucha cabida a la Ingeniería metalúrgica, cuando lo propio sería la Ingeniería pesquera, de modo que se potencie el desarrollo local y regional. No se trata de eliminar carreras, sino de potenciar las existentes o crear nuevas según cada necesidad regional y económica.

Impulsaremos y apoyaremos las carreras técnicas, esas que hemos descuidado tanto. ¿Esto se debe solo a una cuestión de mercado? No. También hay un tema psicológico, porque se nos ha inoculado que más vale un profesional universitario que un profesional en carreras técnicas. Por tanto, se potenciarán las escuelas profesionales técnicas en todos los departamentos, según lo que más necesite cada nicho poblacional. Este ejército de técnicos tendrán trabajo inmediato en las zonas industriales económicas especiales que haremos en todo el país.

Este es el Perú que sueño, quiero y haremos juntos, para que con los más de treinta millones de peruanos construyamos la patria grande, esa patria que por más de doscientos años debió ser levantada, construida y amada. Hoy juro, por mi sangre mestiza, que en mi gobierno, transformaré el Perú como lo hizo Pachacútec, Huayna Cápac y, sobre todo, Tupac Yupanqui.

"Audentes fortuna iuvat".

Continuará…

 

Luis Alejandro Balazar García


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