Parroquia adentro | El primer vuelo en Venezuela

En segundos, el avión despega, dejando abajo la vieja época del transporte convencional

02/06/2023.- Eran las cuatro de la tarde de aquel domingo 29 de septiembre de 1912. Los caraqueños habían sido convocados a los terrenos del moderno hipódromo de El Paraíso, mismo que existió frente al hoy Pedagógico de Caracas (UPEL), para presenciar lo que fue uno de los más importantes acontecimientos de nuestra capital en el siglo XX. Nos referimos al sobrevuelo del primer avión por nuestra ciudad

Desde tempranas horas las entradas al oval hípico estaban agotadas. El alto costo había sido sufragado solamente por la burguesía caraqueña, por lo que el pueblo optó por acomodarse en los cerros de los barrios de Las Brisas de El Paraíso, El Guarataro y El Calvario, para poder apreciar el evento.

También desde La Guaira llegaron centenares de personas en trenes habilitados especialmente para la exhibición. Mención aparte merece el tren de carga que trasladó cada una de las partes de los aviones a ser utilizados. También fueron reservadas todas las líneas de tranvías con dirección al Hipódromo Nacional.

Retumbaba la banda marcial con himnos que ambientaban la gesta heroica del piloto del ave metálica que estaba a punto de sobrevolar por primera vez el inmaculado espacio aéreo caraqueño.

La prensa ya había tomado posición para la espera del general Juan Vicente Gómez, quien llegó en automóvil acompañado de su familia y su escolta protocolar. El Benemérito tomó puesto en su tribuna privada con vista a una pequeña carpa que funcionaba como hangar, desde donde sacaron la moderna máquina totalmente ensamblada por el primer mecánico aeronáutico venezolano, Edgar Anzola, quien se había formado en los Estados Unidos y quien también fungió como intérprete a todo el equipo de la Boland Aeroplane & Motor Co.

El cuerpo de cadetes de la Academia Militar se desplegó al borde del recinto, a fin de garantizar la seguridad y al mismo tiempo otorgando prestancia al improvisado aeródromo.

Llegada la hora, se presenta el estadounidense Frank Edward Boland, prestigioso inventor aeronáutico y piloto autodidacta, al lado de su creación. Nos referimos al avión "sin cola", apodado Bluebird (ave azul). Toma los controles de mando y enciende de manera asistida el motor, que impulsa al aparato en una pequeña carrera sobre el terreno adecuado como pista. A los pocos segundos, empieza el avión a despegar velozmente, dejando abajo la vieja época del transporte convencional.

En tierra, los músicos soltaron los instrumentos para unirse a la unísona ovación, los escépticos que afirmaron que el hombre no podría dominar el cielo apretaban sus dientes, el alto mando de la Iglesia se persignaba y la prensa corría con aparatosas cámaras en un intento por registrar gráficamente al primer ser humano que surcaba los cielos de Venezuela.

 

(Continúa...).

 

Parroquia adentro:

Gabriel Torrealba Sanoja

parroquiadentro@gmail.com


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