Fisio en acción | El clima es un fuerte rival para el deporte

Es uno de los factores que inciden en el óptimo desempeño

Muchas personas a escala mundial utilizan el deporte como una salida para combatir el estrés diario y salir de la cotidianidad, algunos trotan, nadan, hacen aeróbicos, juegan tenis o fútbol, entre otras disciplinas. Pero el rendimiento en estas especialidades es notablemente afectado por las condiciones climáticas, no es lo mismo jugar un partido de fútbol lloviendo que haciendo sol, ni salir a correr en medio de un aguacero que en una fresca mañana.

Estos cambios en el clima son determinantes para practicar cualquier actividad física, ya que es uno de los factores que inciden en el óptimo desempeño de las mismas y evitar futuros inconvenientes que puedan poner en riesgo nuestra salud. Las altas y bajas temperaturas, la lluvia y el viento amenazan a los deportistas que intentan sobrellevar de la mejor forma posible estos factores para seguir haciendo ejercicio tanto en espacios abiertos como cerrados.

Por ejemplo, si el ambiente es muy frío, en el caso de algún corredor, si baja el ritmo de la carrera y la intensidad, es posible que sufra de hipotermia leve, es decir, con una temperatura de 33-35 grados experimentará síntomas como temblores, sensación de confusión, apariencia de embriaguez, debilidad, necesidad de disminuir el ritmo de trabajo y dificultad para la realización de actividades motoras.

La ropa adecuada utilizada durante la práctica deportiva es superimportante. Estas prendas protegen de la lluvia, el frío o el calor sin que ello dificulte la transpiración. Los accesorios deportivos también ayudan a reducir las posibles lesiones en los ambientes fríos, que acompañados de un correcto calentamiento, son la mejor prevención contra accidentes.

El barro, como otro ejemplo, ocasiona graves lesiones en las articulaciones, en actividades como el cross o el fútbol, el riesgo de padecer lesiones de tobillo o rodilla es mayor si se está en espacios abiertos, además que los terrenos embarrados exigen un esfuerzo mayor haciendo que los practicantes tengan más posibilidades de padecer sobrecargas o contracturas.

En conclusión, la actividad atmosférica puede desempeñar en determinadas ocasiones un papel importante en la actividad deportiva, no solo la que se desarrolla al aire libre, sino también aquellas en espacios cerrados, estas algunas veces benefician al deportista y otras pueden llegar a perjudicarlo sensiblemente.

 

Ydalmis Bravo


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