Al derecho y al revés | Violencia que luce como un montaje
07/06/2023.- Hay páginas que al escribirlas a uno le duele hasta el espinazo, pero hay que hacerlo porque el patriotismo lo exige y aunque los hechos no han ocurrido en Caracas, ya llegarán.
Desde mis escritos y las redes vengo criticando dos propuestas de la oposición, las cuales, contando con el aval de grandes capitales trasnacionales, sin desmedro de otras, se deben tomar en cuenta.
Una, la de María Corina Machado, personaje de mi afecto que en dos décadas no ha querido cambiar y sigue cavando trincheras por todo el país, cuando debería tapiar las existentes y llamar a todos para que la ayuden a reconstruir lo que ella y sus asociados vienen destruyendo sobre la base de guarimbas y sanciones.
No me gusta su falta de propuesta, que no la suple profesional alguno con buen currículo; ninguno tiene opiniones certeras sobre los graves problemas que vivimos.
A la fecha, no he visto que la candidata o su equipo, entre los cuales desde luego que hay "tirapiedras", me ataquen con insultos y, menos aún, que exijan mi bloqueo en las redes o expulsión de los medios.
Al otro candidato que recientemente he criticado es a Henrique Capriles Radonski.
Y lo hice de manera tangencial al opinar que el candidato, más que andar provocando o creando situaciones donde le puede sacar provecho electoral a la violencia, debería explicar cómo piensa sacar al país del agujero económico que nos impide crecer desde el siglo pasado.
Bastó y sobró que mencionara varias dudas razonables sobre si la violencia que supuestamente sufrió en Valencia fue un ardid para subir los puntos de un aspirante que no llega al 3 % en las encuestas y que igual bate récords de rechazo rondando el 70 %, para que a nombre de la libertad de expresión pidieran mi castigo en FB.
Bien, eso no me afecta, como tampoco a una candidatura que en materia de rechazos solo compite con Henry Ramos, pero nuestra sociedad debe estar enterada.
Hacía unos días que, saliendo de una población en el Tuy, Henrique y su comitiva, como luego en Valencia —porque el guion es el mismo—, también fueron rechazados con violencia.
En aquella ocasión, el video que tomaron no sirvió, pero sí lo hizo el de Valencia, donde se filmó con profesionalismo y sangre fría.
Pero uno tiene derecho a preguntarse si acaso Henrique no ha sido aconsejado para que busque situaciones que lo victimicen, en vez de explicar qué haría de llegar a Presidente.
Y las dudas crecen.
¿Qué hacía un candidato que presuntamente busca votos para unas primarias opositoras en el barrio más chavista de Valencia?
¿Por qué los numerosos guardaespaldas no fueron capaces de neutralizar a la señora gorda de franela blanca que le lanzó un directo a la cara? Aunque el golpe pasó de largo, en el mejor estilo de la lucha libre, porque el candidato ni siquiera cayó al piso, como era de esperar ante lo esmirriado de "el Flaco" y los kilos de la señora.
¿Y por qué, una vez pasado el episodio de la gorda, los guardaespaldas nuevamente dejan acercarse a quien le patea el trasero al candidato, sin tumbarlo?
Misterios de la ciencia, dirán unos. Pero hay más.
Durante el video, se ve a Henrique caminando por el medio de la calle, pero ni saluda a nadie ni se acerca a alguna puerta o negocio, cosa rara en un candidato acostumbrado al populismo de besar damas mayores y alzar niños.
Por lo pronto, cumplo mi condena de FB, sin derecho a exponer mi punto de vista en un debido proceso o siquiera ser informado oficialmente de qué se me acusa y quién es el acusador.
Y lamento escribir esta nota, porque en años de adolescente la casa del padre y los tíos de Henrique en La Florida fue la segunda casa de muchos. Mi mejor amigo era Kiri, su tío, y Henrique sénior era como otro padre para todos porque los Capriles García quedaron totalmente huérfanos muy chiquitos.
Domingo Alberto Rangel