Mandatario nacional destaca valor cultural del tamunangue

Se trata de una danza tradicional declarada Patrimonio Cultural de la Patria en 2014

Las figuras del tamunangue larense incluyen complejas danzas llenas de gracia.

13/06/23.- A propósito de celebrarse el Día de San Antonio de Padua y del Tamunangue larense, el presidente de la República, Nicolás Maduro, destacó este martes que esta tradición fusiona la alegría de la fiesta popular con la devoción religiosa.

En su cuenta oficial de Twitter, el mandatario nacional recordó que al son del tamunangue el pueblo del estado Lara rinde honor a San Antonio de Padua todos los 13 de junio.

"Al son del Tamunangue el pueblo del estado Lara rinde honor a San Antonio de Padua, una tradición multicultural que fusiona la alegría de la fiesta popular, con la belleza del hecho artístico y la espiritualidad de la devoción religiosa", publicó en la red social.

Según reseña nota de Prensa Presidencial, en honor a San Antonio de Padua, todos los 13 de junio el pueblo de Lara le rinde tributo a través de la fiesta del tamunangue.

En esta celebración se aprecian las influencias de las tres culturas que dieron origen a los venezolanos: la indígena americana, la blanca española y la negra africana.

En dicha pieza cultural se conjuga el teatro, el baile y la música para expresar la creación popular. Es importante señalar que para bailar el tamunangue las mujeres deben tener faldas, ya que se considera una ofensa al santo bailar en pantalones y no se permite.

Al final del tamunangue se canta la "Salve", se reza y se da gracias a San Antonio.

El tamunangue, sones de negros

La batalla es uno de los sones principales del tamunangue y remite al periodo colonia.

El tamunangue es una manifestación de la religiosidad popular venezolana, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2014. "Misa, procesión, canto y baile hacen de esta creencia una mezcla, que expresa tanto la formalidad ritual de la Iglesia Católica como la manera de entender, desde el pueblo, la devoción. Por una parte, la liturgia, los sacramentos; por la otra, la fiesta popular, lo lúdico, lo pagano”, así define a esta tradición el cultor José Esteban Pérez.

Hay dos momentos y formas para hacer el tamunangue. El primero, el 13 de junio, día del patrono y de la gran fiesta en cada localidad. El segundo es en cualquier época del año cuando las familias pagan promesas. Generalmente se realiza los fines de semana. Son fiestas más íntimas, reducidas primordialmente al entorno familiar y al vecindario.

El tamunangue consta de ocho sones distintos tanto en la música como en la coreografía, conocidos como la batalla, la bella, la juruminga, el yeyevamos o yiyivamos o chichivemos, el poco a poco o los calambres, la perrendenga, el galerón y el seis por ocho o seis corrío o seis figurao.

Para realizar estas danzas se utiliza una mesa que funge de altar, en la que se pone la figura del santo acompañado de dos velas y muchas flores.

Ana Díaz, integrante de Danzas Tamunangue, Los Negros de Chelena, e instructora de esta tradición explica la génesis de la elaborada coreográfica del tamunangue: “En aquel tiempo a los negros esclavos no se les permitía entrar a los bailes de salón, pero ellos los veían y luego los imitaban o se mofaban, y de ahí nacen todas las figuras del tamunangue”.

EYLEEN BARAZARTE / CIUDAD CCS


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