Cine para llevar | Telenovelas, pornografía sentimental

Las telenovelas son un referente cultural

16/06/2023.- Antes de internet, la televisión fue el primer amigo de muchos. Fue el mío cuando de niña pasaba el tiempo sola en mi casa luego del colegio. La tele era el referente y el ventanal más obvio para asomarse a otras realidades. Era una forma de viajar sin movilizarse, de contactar otros grupos sociales, de buscar conexión emocional y distracción.

En América Latina una buena parte de la programación televisiva estaba (¿sigue estándolo?) constituida por telenovelas. Todo el mundo las veía. Había telenovelas en la tarde (al menos tres) y en la noche (dos o tres más).

Amadas y odiadas, juzgadas y envanecidas fueron (y son) un referente cultural para una gran parte de la población, ya que más allá de entretener, brindaban (y brindan) compañía y la oportunidad de abrir puertas a nuevas posibilidades, historias y modos de vida.

A la gente le gusta soñar y lo hace a través de las ficciones de las pantallas grande y chica. Quizás por eso las telenovelas latinas forjaron el carácter de miles durante décadas. Generaron un imaginario sobre el modo en que se desarrollan las relaciones románticas. Sus historias de amor, desamor y revancha daban pie a la reflexión directa e indirecta sobre la forma de vivir y de comportarse.

Las telenovelas eran el tema de conversación de la semana. Sus personajes servían de arquetipos de lo que debía ser y lo que no, de buenos o malos, héroes o villanos. El público se veía representado en esos mundos donde se mezclan clases sociales, estereotipos y personalidades.

La mayoría posee personajes planos, malos muy malos y buenos que caen en la idiotez. Sin embargo, que esto sea así no significa que dejen de ser un espejo de la sociedad y de sus ideales o referencias.

Sin olvidar que son ficciones y como tal su puesta en escena es de por sí una distorsión de la realidad, como toda manifestación cultural, las telenovelas han tenido una gran influencia en mayor o menor grado en la vida de tantas personas, incluso en la de esas que dicen despreciarlas. Muchas veces la personalidad se forja a través de la oposición (somos también un poco lo que rechazamos).

A pesar de que numerosas telenovelas tienen una estructura muy marcada y un desenlace predecible, generan interés porque se enfocan en conmover las emociones, en hablar directamente a los sentimientos más básicos y elementales, que son también los más importantes. El amor, el odio y los sueños que se hacen realidad son parte de ese discurso exacerbado y casi pornográfico que intenta excitar el alma.

Durante toda mi vida he visto telenovelas, me considero una consumidora de ese formato y sus subgéneros, por lo que me siento con la potestad de decir que hay en él obras de arte y que nada tiene que envidiarle al mundo del cine o las series.

Una telenovela es una telenovela y no pretende ser otra cosa: cuenta con una estructura y unos temas a desarrollar que no varían en mayor grado y tampoco tienen por qué hacerlo. Así como en las películas de acción hay balas, en las telenovelas hay lágrimas y cursilería, pero también amor, esperanzas y promesas que se hacen realidad. Todo es válido, depende de lo que necesites consumir.

En esta época es muy meritorio hablar pestes de estas ficciones porque se supone que hacerlo te hace ver más intelectual. Paso de esa idea absurda. El arte no tiene una sola forma de manifestarse: hay millones.

 

Luisa Ugueto Liendo

@cluisaugueto


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