Rafael Osuna: una vida escrita en el pentagrama y el canto

Ha escrito arreglos para orquestas nacionales y foráneas que reconocen su maestría

Rafael Osuna tocando el clarinete junto al trompetista Rafael "El Gallo" Velásquez. 

7/09/22.- El nombre de Rafael Osuna representa para muchos de sus colegas un sinónimo de respeto, compromiso y calidad en este oficio llamado música. Por esta razón, es requerido constantemente por artistas y orquestas nacionales e internacionales que reconocen en este caraqueño nacido hace varios lustros, a un maestro.

Hijo de Felipe Ramón Osuna, un comerciante natural de Carúpano, estado Sucre, y Ana Rufina Palma, de La Victoria, estado Aragua, Rafael asegura que su padre no tenía vinculación alguna con la música, mientras que su abuelo paterno cantaba en tríos, pero él nunca lo conoció. En cuanto a su madre, sí poseía el oído melódico desarrollado para cantar de manera afinada y escuchaba lo que estaba de moda en la radio para la fiesta y el baile.

"Mi casa era muy musical, yo soy el menor de mis hermanos, y en ese entonces ellos prendían sus grandes pachangas por las tardes en la casa. En la casa no bailaban, pero siempre había música. Mi papá era fiel seguidor de los tangos, sobre todo de Francisco Canaro, Agustín Irusta y por supuesto Carlos Gardel.

A mi mamá le gustaba mucho Julio Jaramillo y mis hermanos oían mucha salsa, las orquestas de la época como Tito Rodríguez, Tito Puente, los hermanos Palmieri, Machito, y no se escuchaba nada de Billo's Caracas Boys, Los Melódicos o Porfi Jiménez, nada de merengue o pasodoble", expresó.

Junto al saxofonista de jazz Benjamín Brea.

De atrilero a músico

Su primer contacto con la música fue a comienzos de los años 80 como atrilero en una banda militar, y fue cuando vio instrumentos como la flauta, trompeta, trombón, saxofón, redoblante, lo que alimentó su curiosidad, y abordaba a los músicos sobre la manera de tocar, las partituras, las notas que le parecían escritas en otro idioma.

Ante ese interés que notaron esos jóvenes ejecutantes en aquel veinteañero, hablaron con el director de la banda sobre él, y este a su vez, cuando estuvieron conversando, le propuso aprender a tocar un instrumento, y acompañarlo a hurgar en el depósito para saber qué había. Dio con un clarinete ante la falta de trompeta, por lo que se convirtió en alumno de la Banda del Ministerio de la Defensa cuyo director era Efraín Tiburcio Avendaño Toro, y su salida sucedió a causa de los músicos que veían un futuro mejor para Osuna fuera de allí.

Tras este nuevo paso, ingresó en la Banda Marcial de Caracas como saxofonista y tuvo la oportunidad de estudiar con músicos destacados como Benjamín Brea, Raúl Agraz, Harold Gallardo, Jesús Ignacio Pérez Perazzo, Luis Enrique "Chacho" Pérez, además de adquirir conocimientos en instrumentación, dirección de orquesta, armonía y composición con Juan Domené. Todos influyeron de manera considerable en su formación, que le abrió el camino hasta lograr su inclusión en formaciones consagradas como Billo's Caracas Boys y Porfi Jiménez, con quien estuvo en varias ocasiones en el rol de saxofonista y cantante, además de la infinidad de composiciones para otras agrupaciones.

Arreglista y cantante para sorpresa de muchos

Esta última fase la puso a prueba en una ocasión cuando el cantante de la orquesta de un amigo originario de Galicia, España, llamado Daniel Iglesias, finalizó sus funciones y sugirió que él podía desempeñar el canto, lo que resultó una sorpresa para Iglesias, que conocía sus virtudes como arreglista y músico pero no se imaginaba que Osuna poseía esa habilidad.

Osuna posee versatilidad para el canto bailable y romátinco.

"Hay muchos rudimentos en el canto, no solamente es el talento para abrir la boca y cantar sino también tener buena dicción, no hablar tan feo como suele acostumbrar el venezolano, que cambiamos las 's' por 'j'", destacó.

Fue productor en el sello disquero Velvet y brindó sus arreglos a varias agrupaciones. Formó la Osuna Banda Show, que contó con músicos sobresalientes del panorama nacional como los percusionistas Charles Peñalver, Luisito y Robert Quintero, en el bajo Julito Antillano, en el saxo Benjamín Brea, en las trompetas Rafael Rey, Prisco Oropeza, entre otros.

Se ha paseado por todos los géneros y cada vez que un cantante o músico requiere de las ideas de Osuna, este no duda en entregarse diariamente para lograr el sonido y melodía correcta.

En la actualidad se encuentra escribiendo arreglos sinfónicos para la Dimensión Latina Original, en un concierto especial que busca rememorar sus éxitos juntos, y se estima que se realice en el 2023. Mientras tanto, Rafael Osuna sigue haciendo música, sea en el canto o ejecutando algún instrumento. Esta expresión del arte es su pasión y razón de ser. 

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / FOTOS: CORTESÍA DE RAFAEL OSUNA / CIUDAD CCS


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