Vitrina de nimiedades | Ilusa productividad

22/07/2023.- Basta pasearse por el mundo digital para ver cómo saltan múltiples herramientas para hacer más cosas, obtener mejores resultados y emplear el menor tiempo necesario.

Andar cansado por la vida puede ser la génesis de algún libro con prosa desesperada o un estado de vida permanente. Lo primero le ocurre a los genios; lo segundo, a nosotros, los mortales sin creatividad ni vena artística. Desde esta acera, nuestra capacidad de invención solo alcanza para dos acciones: darnos latigazos porque no hacemos las cosas en "el tiempo" indicado y pensar que para la próxima no andaremos dando carreras.

En el caso del mundo laboral, esos latigazos pueden llegar por múltiples vías. A través de los jefes, que, ya desbordados por las circunstancias, reclaman nuestra baja capacidad de respuesta. A través de los compañeros, agotados y desesperados por conseguir una solución a tanto enredo dentro de una oficina en pleno incendio laboral. A través de uno, porque a menudo llega el mismo pensamiento fustigador: "¿Para qué me metí en esto?".

Ese es un terrible círculo cuya vida útil es casi eterna. Puede reproducirse en cualquier espacio de trabajo, desde la compañía más lujosa hasta el local más modesto. Hay trabajadores que se acostumbran a vivir en esas condiciones. ¿Técnicas de supervivencia? Tantas como formas de sobrellevar la vida: desde la aplicación de la ley del "esfuerzo mínimo", pasando por la burbuja laboral (su melodía es: "Yo hago lo que me toca"), el modo: "Hazte el loco y pasa agachado", hasta la solución más extrema, es decir, renunciar para darle el testigo a otro ser humano que, seguramente, ya viene de vivir otro microinfierno.

Pero antes de llegar a estos llegaderos, como dicen por ahí, hemos agotado todas las posibilidades para aumentar nuestra capacidad de trabajo. Basta pasearse por el mundo digital para ver cómo saltan múltiples herramientas para hacer más cosas, obtener mejores resultados y emplear el menor tiempo posible. ¿Suena bien? ¡Claro! Google lo confirma: basta colocar "Aplicaciones móviles para aumentar la productividad" o "Cuáles son las apps de productividad" para ver que rendir más es una obsesión en el mundo físico y virtual.

Listas de tareas, cronogramas de entrega, pizarras virtuales, archivos compartidos, cuadros de seguimiento, gestores para un óptimo uso del tiempo, servicios de mensajería, plataformas de videollamadas. De todo tenemos hoy para trabajar mejor, rendir más y distribuir mejor el tiempo. Pero, ¿qué pasa con las condiciones colectivas en los empleos? ¿Qué hacemos con las exigencias laborales? ¿Por qué la tecnología no necesariamente vendrá a resolver nuestros problemas de productividad?

Las aplicaciones móviles y los sitios web no pueden resolver un asunto central: tener criterio para saber qué, cómo y cuándo hacerlo. En dos platos, pensar corre por cuenta nuestra. Mientras reparamos en ello, si es que algún día lo notamos, seguimos agudizando nuestro cansancio con un maravilloso aparato que fácilmente puede convertirse en una oficina 24/7. ¿Cómo descansar si cargamos ese dispositivo a todas partes? Mientras el trabajo se siga colando en nuestro espacio libre, nos mantendremos atados a esa poderosa idea de ilusa productividad.

 

Rosa E. Pellegrino


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