22/07/2023.- La realización en Bruselas, Bélgica, de la III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), entre el 17 y 18 de julio de 2023, con la asistencia de 33 países de la Celac y 28 de la UE, ha sido un evento que parece haber servido de estímulo e impulso al consecuente ejercicio de asunción de aproximaciones de una nueva política exterior de sus Estados miembros, después de ocho años de paralización de este foro.

Hoy cuando los valores de la UE: dignidad humana, libertad, igualdad, democracia, Estado de derecho,  derechos humanos, se trastocan por el conflicto en Ucrania, las bases del Tratado de Lisboa y la Carta de sus Derechos Fundamentales de la UE se han venido contradiciendo en el debatir de buscar mejores soluciones posibles para mantener la paz y la seguridad en Europa. El seguir de la UE con los propósitos de la política exterior de Washington la ha desacreditado tanto que ha caído en la estupidez humana de la guerra que solamente les conviene a los líderes ultraderechistas del mundo, comprometidos con el Complejo Militar Industrial (CMI) de EEUU, que se sujeta a la explotación más despiadada de las economías de los pueblos de nuestro planeta.

No obstante, esa cumbre provocó declaraciones que podían llamarse controversiales como las del jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, quien defendió el derecho y la soberanía de los pueblos con apego al respeto mutuo; del presidente del Estado brasileño, Lula Da Silva, quien resaltó ante la UE el valor de la integración para un “orden mundial pacífico”, el cual debe prevalecer para fraguar relaciones de igualdad entre los Estados; las de la vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, que pese a estar vetada para ingresar al territorio europeo, logró manifestar, una vez más, lo que ha significado el bloqueo político, comercial y financiero de Washington y sus aliados contra de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que también ha afectado a miembros de la UE.  

En la cumbre en algunas declaraciones oficiales y oficiosas de Occidente se introdujo el problema ucraniano para hacerlo ver como un obstáculo significativo en el contexto de las relaciones de Celac y la UE como el objetivo para perjudicar a la Federación de Rusia, lo cual no pudo trascender porque para la Celac el punto clave para la paz y seguridad de la sociedad mundial es el diálogo en respeto al derecho internacional de la no injerencia en la soberanía, en la independencia de sus miembros y en el libre ejercicio del comercio. En paralelo también se promovió un modelo alternativo de desarrollo, cooperación e integración, más justo y sostenible como lo fue la cumbre paralela de los pueblos celebrada entre el 15 y 18 de julio de 2023, en Bruselas, Bélgica. 

Todo esto es, en resumen, un aspecto más de las relaciones de la UE y la Celac que se  mezclan tanto en política interior como en política exterior. La Celac, reafirmando sus anteriores posiciones como bloque, espera de la UE comprensión al conjunto de ideas mencionadas y acordadas en la resolución final.     
       

J. J. Álvarez