Batalla Naval de Maracaibo: 200 años de una proeza
Infantería de Manrique, Armada de Padilla y aporte wayú lograron la hazaña
24/07/23.- No se han puesto de acuerdo los historiadores para definir cuál fue la última acción militar que selló la independencia de Venezuela. Para muchos, la realizada en Carabobo en 1821 fue la que cumplió con este cometido; otros señalan a la Batalla Naval del Lago de Maracaibo; otros indican que el combate que pone fin a la empresa libertadora iniciada con la firma del acta de independencia en 1811 fue la toma del Castillo de Puerto Cabello, liderada por el impertérrito general José Antonio Páez.
En lo que sí concuerdan todos es que la librada en las aguas lacustres marabinas, y que este 24 de julio arriba al bicentenario, marcó un precedente significativo para que las tropas españolas reconocieran su derrota definitiva en la guerra que libraba el Ejército realista con los independentistas americanos, al menos en suelo venezolano.
Luego de las Batallas de Boyacá y Carabobo, el Libertador Simón Bolívar está convencido de haber asestado un mortal golpe a las tropas de Fernando VII, emprende su campaña de liberación del sur y deja encargados a los generales José Antonio Páez, Bartolomé Salom, José Francisco Bermúdez, Santiago Mariño y al capitán de navío, Carlos Soublette, para combatir las tropas sobrevivientes que se replegaron hacia Valencia y Puerto cabello.
No teniendo ya fuerzas importantes para dar combate en tierra a los independentistas, los realistas trasladan el escenario de la conflagración al ámbito marino, apoyándose en el dominio que todavía ejercían en el triángulo Curazao-Coro-Puerto Cabello, tanto así que luego de la derrota de Carabobo los sobrevivientes del Ejército español propician varias decenas de combates tanto terrestres como navales, se reorganizan y retoman Maracaibo, estableciéndose Francisco Tomás Morales como máxima autoridad de la Capitanía General de Venezuela, quien desde este bastión se propone una reconquista española de todo el territorio a través del sur del lago, llegando al estado Mérida; incluso, piensa también en la posibilidad de invadir a la Nueva Granada a través de Cúcuta.
Es preciso acotar, que para este momento del año 1822, Bolívar está en el sur; Santander está al frente como vicepresidente de la entonces denominada Gran Colombia -lo que hoy en día es Colombia y Venezuela, pues Quito no había sido anexada todavía-. Por otra parte, desde enero de ese año, la armada patriota había establecido un fuerte bloqueo por mar y tierra a la plaza de Puerto Cabello, debido al apoyo que ésta estaba recibiendo desde Curazao.
En este contexto, parte desde el puerto de Cartagena el 15 de marzo de 1823 -enviado por el vicepresidente de la naciente república, obedeciendo órdenes de Bolívar- el almirante José Prudencio Padilla, para entonces comandante del Tercer Departamento de Marina de la Gran Colombia, con una flota importante entre las que destacaban 4 bergantines, 4 goletas y 3 flecheras, más varias embarcaciones menores para tomar el control marítimo del saco del lago y las costas occidentales de Venezuela.
Por otra parte, unos días más tarde, el 3 de abril zarpan buques españoles desde La Habana, Cuba, al mando del capitán de navío Ángel Laborde y Navarro para reforzar y mantener el poder militar que las tropas monárquicas mantenían no solo en Puerto Cabello, sino también en la tierra del sol amada.
Una vez llegado a aguas venezolanas, Laborde le plantea a Padilla, en términos bastante arrogantes, la oportunidad de que capitule, la cual es rechazada por el almirante patriota, quien le riposta algo así: No se preocupe en venir a buscarme, yo voy por usted.
Efectivamente, así fue. Llegado el 24 de julio, las dos flotas ya están posicionadas frente a frente. Cada bando ha colocado sus piezas sobre el tablero bélico con la participación de 1.199 republicanos y 1.317 realistas. Padilla al saber que cuenta con el viento a su favor, al dar las 2 de la tarde arremete cotra las naves españolas, rodeándolas por ambos flancos, sólo dos de ellas logran salvarse. En resumidas cuentas, al saberse perdido, Laborde huye del escenario y dirigió sus naves hacia la salida del lago. Ante lo cual, Francisco Tomás Morales decide rendirse.
Para disertar sobre algunos aspectos significativos del desenvolvimiento de los hechos que conciernen a la batalla, el profesor y comunicador historiográfico Ubaldo García, nos responde algunas incógnitas respecto a tan importante acontecimiento:
−Ya los españoles dominaban o estaban posicionados y tenían el control de la zona. ¿Cómo es que el almirante Padilla y su flota logra horadar la barra o barrera geográfica que ofrece la entrada del lago más la ofrecida por la flota española?
−Ciertamente, primeramente había un dominio del escenario por parte de Morales, quien había planeado la toma de Maracaibo desde Coro un año antes; incluso llegó a tener el control sobre gran parte de los andes venezolanos, sin embargo, aunque tenía poder, las fuerzas patriotas estaban a su alrededor, y cuando entra en acción el general de brigada, Manuel Manrique, a quien se le debe la toma de la ciudad de Maracaibo en junio de aquel año, ya el dominio no es tal; se produce un movimiento en la balanza, y ya se le ve otra cara al escenario a favor de los patriotas. Por su parte, José Prudencio Padilla logra forzar la barra, gracias al conocimiento de las aguas por parte del personal con que contaba, entrando con los buques al Lago de Maracaibo bajo fuego de la artillería española, lo cual es considerado una verdadera proeza, llegando a perder algunas naves, pero reestableciéndose ya adentro en la llamada bahía de El Tablazo.
−¿Qué papel jugaron los indígenas guajiros en el vencimiento de dicha barrera?
−Efectivamente, la ayuda de estas personas nacidas y criadas en esta zona de la Guajira fue de mucha importancia, tal vez vital, por su conocimiento de la profundidad de las aguas. La bahía del Tablazo es un depósito de arenas y de manglares; allí hay una circulación de aguas procedentes de los ríos, y cuando la marea sube genera una suerte de canales por donde navegan los buques con éxito, siempre y cuando se tenga el conocimiento -como lo tenían los guajiros- de estas características. Los wayú eran quienes de seguro iban en la "Fuerzas Sutiles" (flecheras, bongos, faluchos y demás embarcaciones pequeñas que eran parte de la flota republicana). Por cierto, vale acotar, que el mismo Padilla era un zambo, hijo de negro y wayú.
−¿Cuál fue el factor determinante que dio el triunfo a la armada patriota?
−Son varios los factores, por una parte el hecho de contar entre sus filas con personal conocedor de las características del lugar, el cual pasó a formar parte de la marinería. Por otra parte, la arrogancia de Morales generaba en la población una resistencia, una negatividad en contra de este personaje y de los españoles. Pero más aún lo fue el movimiento acertado de los buques patriotas debido al conocimiento de las corrientes del agua y de los vientos, principalmente, para poder estar en la disposición determinada en el momento adecuado, no solamente para cruzar la barra y navegar con éxito, sino para poder maniobrar para esperar a que llegaran las naves del realista Ángel Laborde, dejarlo pasar y después enfrentarlo, precisamente por conocer el movimiento de los vientos en la garganta del lago. Todo esto, unido al gran aporte de un hombre táctico, conciente e importante como lo fue el general Manuel Manrique, gracias al cual Padilla logra forzar la barra sin obstáculos.
−¿Por qué históricamente es a la Batalla de Carabobo a la que se ha tenido como la que pone el sello a la Guerra de Independencia?
−Siempre nos dijeron que Carabobo selló la independencia de Venezuela, porque se consideró que el golpe dado a los españoles fue muy fuerte. Sin embargo, duró dos años y medio más. La historia es continua, no se puede decir cuando finaliza una etapa y cuando se inicia la otra, porque en el inicio de otra, la que terminó todavía no ha muerto completamente. Los historiadores dividen en etapas la historia para poderla estudiar y analizar, sin embargo, se trata de un proceso que dificilmente podemos partir y decir: hasta aquí llegamos con esto, y de aquí en adelante continuamos con lo otro.
−El triunfo conseguido en la Batalla del Lago de Maracaibo inspira a Bolívar a planificar la liberación de Cuba y Puerto Rico. ¿Por qué no se concreta este proyecto?
−Las intrigas llenaron los espacios; envidias y regionalismos detuvieron el avance de aquellos grandiosos planes.
FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS