Psicosoma | Existencias

25/07/2023.- Las historias diarias e íntimas de nosotras, las mujeres, varían y casi pasan inadvertidas cuando se trata de adultas mayores, porque se cree que ya hemos transcurrido por todas las etapas y estamos listas para encontrarnos con la parca.

Conozco a Maga Quiroga desde la universidad y siempre me ha gustado su forma de ser, su carácter equilibrado, su belleza virginal, sobria y responsable. La veo en clínica hace tiempo por deslices benignos, pero que ella percibe como malignos o "voces del infierno". Vino a consulta anual, desesperada porque se vio envuelta con un chamo. "A mí no me gustan los hombres frívolos e indecentes".

Su sensualidad y erotismo se han exacerbado en madurez. La semana pasada, un miércoles 19, me contaba:

Salí a sacar fotocopias vestida con pantalón largo, un estreno de franela morada larguísima, talla xl, calzando sandalias y con el cabello atado en una cola, como la perfecta ama de casa. Así, evito pellizcos, miradas babosas o palabrotas. A tres cuadras de mi casa, encontré en la puerta de la tienda a un joven. Evité hacer algún tipo de contacto, pero él me saluda y dice: "Vos primero". No entiendo, pero, sin responder, paso. Luego se ofrece a colocar las hojas en la carpeta. Me niego, salgo rápido y me voy al frente a comprar unas empanadas, en un lugar curioso que se llama "Pana", porque los dueños son panameños, aunque yo creía que más bien eran paisanos. Al reiniciar mis pasos, el joven se acerca, pero yo me detengo porque no quiero que me acompañe...

Cuando voy por la acera de mi apartamento, el muchacho me aborda suplicante. Dice su nombre, edad y agrega, desesperado: "Quiero dejar de ser virgen". Lo escucho aparentando estar tranquila, pero en realidad me asombra. Le respondo: "Vaya a esos lugares y pídale el favor a su papá o a un familiar". Baja la voz y con temor cuenta que eso no le gustaría y que sueña estar con una venezolana, a quien le pagaría bien. Para él sería mejor si la mujer tiene una pareja estable, porque no quiere ser promiscuo. "Usted me da confianza y yo no puedo hablar de esto aquí en Costa Rica. Sería malinterpretado como acoso y me pondrían preso".

"¿Le gustaría ir este viernes al bar de mi tío? Yo estoy de vacaciones. Vivo en La Fortuna de San Carlos, pero estoy aquí de vacaciones. Si quiere, puede llevar a sus amigas… Por favor, intercambiemos teléfonos".

Maga continúa su historia:

Doctora, estoy muy mal y de nuevo tengo este sentimiento de culpa. No he querido salir del apartamento porque me da temor encontrarlo. Siento vergüenza, no sé de qué. Hoy lo vi en la acera del frente y decidí borrar su número... ¿Por qué los hombres me perciben como si fuera una puta y se quedan mirando fijo mi boca? No puedo comer ni beber frente a un hombre. ¿Será que tengo cara de coño?

Nadie me creería, y es que soy culpable porque siento ganas sexuales de tener contacto con un hombre. Entonces este se me aparece. ¿Acaso lo atraje? No sé, me siento confundida… Si los hombres compran sexo, y yo lo puedo hacer así —porque no quiero compromiso afectivo, menos verles la cara, y ni siquiera pasar la noche con ellos—, no sé qué me está pasando. Nunca he salido a buscar hombres y menos en sitios de citas…

Escucha a tu cuerpo y, si hay química, atracción, compartes sin pensar en el tiempo, es porque sientes interés. Es básico comprender las condiciones culturales y morales, pero la vaina romántica se reinventa y la atracción sexual se huele y se hace sin culpas. Se goza un instante, orgasmeando sin rollos...

El instinto animal de las feromonas, serotonina, oxitocina, endorfinas y dopamina marcan territorios y conectan de inmediato. Somos agua, sudores, olores y saliva. Al final, la vida es una y "mañana será bonito".

 

Rosa Anca


Noticias Relacionadas