Memorias de un escuálido en decadencia | Bolívar
27/07/2023.- —¡Alto esa patria, hasta nuevo aviso! Hay que decirlo bien claro para que se entienda de una vez: a nosotros, la gente decente y pensante de este país, es decir, o sea, la oposición venezolana, no nos interesa un carajo la historia de este país. A los que sí les interesa que jode esa cosa es a los chavistas. Esos no pueden ver que el dictador anterior se tomara un guarapo en la casa de Doña Elodia porque declaran la casa de Doña Elodia como Monumento Nacional y celebran el Día Nacional del Guarapo y el Dictador. A nosotros, no, y lo decimos y firmamos y confirmamos de una vez. Casi ninguno de nosotros sabe nada de Simón Bolívar, es más, no nos interesa el pasado y ese señor es puro pasado. A nosotros nos interesa el futuro, y el presente también, claro, porque es ahí cuando tenemos que robar todo lo necesario para que haya un gran futuro. Pero decía que no sabemos nada de Simón Bolívar, y a esa gente, los chavistas, basta que llegue el 24 de julio para que salgan todos a celebrar el nacimiento de esta persona. No contentos con eso, también salen a celebrar una batalla del Lago de Maracaibo que no le interesa a nadie, ni siquiera al compañero Manuel —Monómeros— Rosales, que es de allá; sino a ellos, y hasta allá se van. Menos mal que fueron, porque descubrieron que ese lago está que no le cabe una basurita más y hay que caerle encima para descontaminarlo. Por ese lado está bien la vaina. Pero hay más: después se viene la gente de la dictadura y sale a celebrar por todo lo alto la Fundación de Caracas, que, por cierto, fue fundada por un compañero nuestro, y es bueno que lo reivindiquemos. El compañero Diego de Lozada fue el que puso el estandarte para que fuera fundada esta gran obra del arte.
No debemos olvidar que venimos del 5 de julio, es decir, la dictadura desde que comienza el mes arranca con sus fiestas y celebraciones y conmemoraciones y dale que el ciego tiene. El 4 de julio, es decir, el Día de la Independencia de nuestra segunda patria, casi, casi la primera, o sea, Estados Unidos. Nosotros casi ni lo celebramos porque la dictadura nos cerró la Embajada de nuestra patria, que era el lugar donde, desde la madrugada, ya estábamos todos ahí esperando que abrieran las puertas para entrar a conquistar las bebidas y pasapalos que ponían en esa fiesta. Sin embargo, hacemos una pequeña fiesta íntima donde celebramos el 4 de julio. Eso sí, le notificamos al presidente Biden que aquí queda gente patriota para rato. Decía, pues, que los chavistas vienen celebrando y haciendo fiestas durante todo el mes de julio. Y llega el 26 y salen a celebrar la Fundación de Caracas y no se detienen ahí, porque viene el 28 de julio y allá, allá viene el dictador anterior en su nuevo aniversario y se prende la fiesta por todas partes y uno no sabe de dónde carajo sale tanta gente para cantar y celebrar ese nacimiento. Venezuela es una fiesta que no se acaba nunca. La dictadura canta y celebra en grande el nacimiento del dictador, y nosotros con una arrechera que no la brinca Ismael —Talanquera— García, en su ir y venir por la historia de los saltos y asaltos en este país, mi país, tu país...
El papá de Margot entró hecho una furia y se detuvo frente a Margot y a mí, y dijo: —Carajo, a mí nunca nadie me ha celebrado mi cumpleaños, pero a este hombre se lo vienen celebrando desde hace más de doscientos años. Es el cumpleaños más celebrado de la historia de este país. Cada 24 de julio hay actos por todas partes, y lo peor es que ahora viene el 28 y vamos a ver cómo lo baila Miguel, porque seguro que de esas fiestas tampoco nos salvamos.
Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro, que la vecina salió gritando: "Me vas a matar de un susto, ¡muérgano!".
—Va cabalgando el mayor con su herida... me canta Margot.
Roberto Malaver