La miss Celánea | Inquisición: el regreso

29/07/2023.- En los tiempos en que está prohibido juzgar los cuerpos de los demás.

En los tiempos en que las mujeres hemos logrado darles mayor visibilidad a nuestros problemas.

En tiempos en los que cada cosa tiene nombre y cada minoría tiene su tribuna, el orgullo afro, el orgullo sexo diverso y el orgullo femenino se gritan bien alto, y contamos con redes sociales desde las cuales cada persona puede ejercer su rol de comunicador o comunicadora para defender su derecho y los de cualquiera que lo necesite, es decir, en tiempos que se suponen son los tiempos de la libertad, está resurgiendo una persecución que, solapada bajo un discurso extremadamente manipulador, podría calar en el imaginario colectivo y propiciar una nueva oleada de crímenes de odio en contra de la izquierda y la sexogenerodiversidad de todo el mundo.

Los mismos medios de comunicación masiva que históricamente han servido de plataforma para que personajes gais protagonicen programas de humor (en los que, con frecuencia, lo gracioso es burlarse de la persona homosexual) o que han alimentado el morbo de sus espectadores presentando relaciones lésbicas diseñadas para el disfrute del público masculino, hoy abanderan discursos conspiranoicos en los que se relacionan automática y falazmente la homosexualidad y la izquierda con un delito tan repugnante como lo es la pedofilia, como si fueran una misma cosa.

La gran industria del cine produce contenidos para el público infantil donde se presenta a la familia homoparental con toda naturalidad, pero la impune hipocresía religiosa acusa a la comunidad LGTBIQ de pedofilia, sin hablar de la paja en el ojo de los curas. Con dos manos derechas trabaja este monstruo: con una visibiliza el tema y con la otra lo pervierte para señalar a la izquierda de querer robarles la infancia a nuestros niños. Así, con una fórmula bien planeada, se aseguran de que el mensaje cale y matan varios pájaros de un tiro. Una campaña similar llevó en los años ochenta y noventa al asesinato de miles de personas homosexuales en todo el mundo, cuando se logró convencer a la población de que había una relación automática entre la condición homosexual y el ser portador del virus del VIH.

Los niños no se tocan, claro que no. Pero, si me permite un consejo la gente temerosa de este tema, revise las estadísticas. Si usted tiene niños en casa y quiere protegerlos de la pedofilia, suelte el teléfono, deje de compartir memes homofóbicos y mejor esté pendiente del tío, del abuelo, del vecino, del primo, del maestro, del cura y de todos esos que están cerquita y que no parecen, pero muchas veces son.

 

Malú Rengifo


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