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30/07/2023.- En una búsqueda cualquiera en internet, encontramos que la revista digital Predictiva21 nos dice que "los economistas opinan que la industria manufacturera crea riqueza en comparación con el sector de los servicios. El sector de los servicios se considera un consumidor de riqueza". La afirmación coincide con el sentido común de los economistas y la idea más asentada entre mucha gente. Que no les falta razón, pues la industria crea aquello que no existía, es decir, nueva riqueza, sea harina empaquetada, vehículos o computadoras; mientras el "sector servicios" solamente usa esa riqueza: vende o distribuye productos ya creados por la industria, mueve dinero, usa instalaciones y equipos ya elaborados por la industria.

En el Grupo de los 7 se asocian los "países más industrializados": Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Japón, Italia y Reino Unido. Juntos reunían, en al año 1975, cuando fue creado es foro político, el 70 % del PIB mundial; ahora, solamente el 55 %. En realidad, las ausencias de China, Rusia o India muestran que el grupo, en todo caso, reuniría a los países más industrializados entre los aliados de Estados Unidos. Mundo occidental u Occidente colectivo, dicen ahora, pero no parece razonable incluir a Japón en el lado "occidental" del mundo. Si usted quiere, entiéndalo así, pero sea consciente de ese "pero" y de los ocultamientos que se realizan en el lenguaje más extendido.

Todo va bien en el sentido común, si seguimos la idea de Economipedia: un país industrializado sería aquel "donde prima el desarrollo industrial frente a otros sectores", y este portal subraya una relación entre industria y desarrollo: "El hecho de que un país se encuentre industrializado lleva a que este posea unos niveles de productividad, así como de crecimiento económico y desarrollo, superiores a los de los países no industrializados". Y ya poniendo todo junto, comienza el ruido.

En primer lugar, el porcentaje del PIB industrial en todo el mundo, con respecto al PIB total (esto quiere decir el porcentaje del sector industrial con respecto al total de la economía) ha venido decreciendo continuamente. En 1991 era del 32,1 % y en 2022 era del 28 %. Aquí habría que detenerse un poco para revisar el significado del asunto.

En el sector industrial se incluyen la extracción de petróleo, gas y otros minerales; la industria de generación y distribución de electricidad, gas y agua; la construcción y la industria manufacturera (desde la agroindustria hasta los vehículos o computadoras). Es decir, solo quedan excluidos la producción agrícola y los servicios. Estos últimos incluyen el comercio, hoteles y restaurantes; servicios financieros; turismo; educación, salud, bienestar social, seguridad y otros.

Hecha la aclaratoria, quiere decir que entre la agricultura y los servicios se mueve actualmente el 78 % de la economía del mundo.

En segundo lugar, veamos cuán industrializados son los países del G7. Según las cifras del Banco Mundial, en Alemania, el PIB industrial representa el 26,7 % de la economía; en Canadá, el 24,1 %; en Estados Unidos, 17,9 %; en Francia, 17,4 %; en Italia, 23,0 %; en Japón, 28,8 % y en el Reino Unido de la Gran Bretaña, 17,9 %.

Analicemos el caso de Estados Unidos, que es la nación con mayor producción industrial del mundo (por encima de China). Tomemos aquí el resumen del portal web Santander Trade: "La economía estadounidense se basa esencialmente en los servicios. El sector terciario representa más de tres cuartas partes del PIB (77,6 %) y emplea al 79 % de la fuerza laboral". Y veamos la parte de la economía que corresponde a las distintas actividades del sector terciario: "Una gran parte del PIB se compone del sector finanzas (20,1 %); al igual que los servicios profesionales y comerciales (13,1 %)". El sector gubernamental corresponde al 11,6 %, los servicios educativos, sanitarios y de asistencia social al 8,4 %; el comercio mayorista al 6,3 % y el minorista al 5,7 %.

Una situación similar la encontramos en Alemania, donde el sector servicios contribuye alrededor del 70 % del PIB; la industria, 29 %, y la agricultura, 0,9 %. Y así con los demás países del G7, que si bien cuentan con fuertes pilares industriales, tienen una economía donde predominan los servicios y, en especial, el sector financiero. Buena parte de las industrias que operaban en esos países migraron en la última parte del siglo XX, y sobre todo desde 1970, hacia Indonesia, China, Malasia, Bangladés o México, en busca de mano de obra barata. El capitalismo es insaciable y solo se quedaron las industrias que resultaban más rentables cuando estaban asentadas en los países metropolitanos. Porque estos países del G7 también tienen otra cosa en común y es que entraron al capitalismo como centros imperialistas; el esclavismo y la explotación del azúcar en el Caribe, primero, y después el monopolio comercial en India, fueron claves para el modelo económico británico; Francia la emuló en el Caribe y también en África, y por ahí nos vamos.

Si tomamos en serio la idea de que los servicios solo son consumidores de riqueza, tenemos entonces que las economías de aquellos países son consumidoras y aprovechadoras del trabajo del resto del mundo. Y es así en el sector financiero, cuyo trabajo nada produce, pero todo lo cobra, y con intereses. Se trata de una economía mundial de concentración de riqueza en muy pocas manos, pues aun en los países del G7 los beneficiarios son apenas principalmente las grandes empresas transnacionales, mientras el pueblo trabajador ve cada día más comprimidos sus beneficios.

 

Humberto González Silva


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