Memorias de un escuálido en decadencia | Fedecámaras
03/08/2023.- —¡Esta es mi empresa! Ahora sí, nos jodimos de verdad, verdad. El compañero Adán Celis, presidente de Fedecámaras, salió a pedir el cese de las sanciones y el dictador, sin pensarlo dos veces, en su programa Dictador negativo aprovechó y lo llamó a Miraflores para conversar. Estamos orinando bien lejos del perol. Además, el compañero Manuel —Monómeros— Rosales, desde el Zulia, también salió diciendo que el dictador está haciendo un buen trabajo con el lago de Maracaibo y hasta lo llamó Presidente. ¡Qué vaina es esa, compañero! ¿No habíamos quedado en que estamos viviendo en dictadura y que ese hombre es un dictador? Ahora entendemos por qué no te inscribiste en las primarias y enviaste allí a un guardacupo. Estamos quedando tristes, fañe y descangallados y esa vaina no se tolera. De paso, teníamos pensado salir a echar vaina en las calles y calentar un poco el ambiente, y el hombre del garrote, el del programa de los miércoles, salió a recorrer el país con un autobús lleno de chavistas y los llevó por todas partes. Así seguimos razonando fuera del recipiente, como me dijeron que dijo un grupo argentino, que debe ser inteligentísimo para decir una vaina así.
El compañero Adán Celis parece que le está ofreciendo una manzana al dictador para ver si comete algún pecado. Lo que pasa es que no informan un carajo y uno se queda con la boca abierta cuando sale a hablar mal de la dictadura y le dicen esa vaina de que mejor es que te calles, que ya Celis también salió pidiendo cacao. De bola, debe ser que Fedecámaras pide que Estados Unidos nos quite las sanciones y se las deje a ella, que ella sancionando y especulando es mucho mejor que Estados Unidos. A lo mejor la vaina va por allí, pero deben decirle a uno cuál es el plan, porque la verdad es que ya uno no sabe a quién creer. Ahí está, por ejemplo, la vaina de las primarias. Eso no arranca, renunció ahí una tipa y ahora se puso a otra diciendo unas vainas más raras, que uno no sabe para dónde va ese barco que va por la bahía. Y con los postulados del CNE también estamos mirando para otro lado, porque seguro que María —Súmate— Machado les tiene una arrechera a todos los postulados, porque ella escucha la palabra CNE y saca su pistola. Y además, la dictadura metió ahí a toda su gente. Sobre todo, gente que no sirve para un carajo, unos que han fracasado en todos los puestos donde los han puesto, y ahora los quieren poner en el CNE para que sigan siendo unos muchachos de mandados, porque eso es lo único para lo que sirven. Y nosotros sin saber cómo lo baila Miguel.
La dictadura marcha viento en popa, y nosotros, que desde que nos vimos, estamos protestando, no logramos un carajo. Los únicos que se han llenado con esta vaina han sido los compañeros Julio —Matemático— Borges, Carlos —Dólares— Vecchio y Leopoldo —Poeta— López; en cambio, muchos de nosotros, que salimos a lanzar bombas puputovs y que todavía estamos llenos de mierda con esa vaina, no hemos recibido un carajo.
Tenemos que sincerarnos: no tenemos candidato. Así de fácil. Eso lo debe saber el compañero Biden, porque ya basta de darle dólares a la misma gente y no ha hecho un carajo para salir de la dictadura. Ya el interino, una vez que se llenó de dólares, anda por Miami diciendo: "Ta barato, dame dos".
El papá de Margot escuchó a Adán Celis pidiendo el cese de las sanciones y se puso de pie en la sala, se llevó el puño derecho a la boca, como si fuera un micrófono, y señaló, apuntó y dijo: "Señores, buenas noches. Pa'l carajo los enfermos". Y salió en zumba para el cuarto y agarró la puerta y le metió aquel coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "Zelenski, ven a matar a este muérgano".
—Cuatro cirios encendidos... —me canta Margot.
Roberto Malaver