06/08/2023.- Hace poco el Gobierno Bolivariano de Venezuela dio a conocer la decisión de prohibir la fabricación, almacenamiento, distribución, circulación, comercialización, importación, exportación, uso, consumo, publicidad, promoción y patrocinio de los de los cigarrillos electrónicos o vapers. Dicho decreto obliga a las instituciones del Estado, propietarios, empleados y administradores de establecimientos, locales, instituciones, áreas privadas y/o públicas, a velar porque se cumpla dicha resolución.

La normativa establece que se debe exponer un anuncio público en donde se informe sobre la prohibición, el expendio o facilitación al público en general de los dispositivos, ya que pone en riesgo la salud de la población en general, debido a los múltiples efectos nocivos y que por desinformación dan a entender que es menos dañino que el cigarrillo.

El vaper surgió como estrategia para dejar de fumar, siendo utilizado como herramienta para deshabituar el uso de nicotina en fumadores activos, pero se ha convertido en un arma de doble filo, ya que está científicamente demostrado que su uso es tan negativo como cualquier derivado del tabaco.

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos accionados por batería que calientan líquido para liberar un aerosol (vapor) que el usuario inhala, este líquido que se encuentra en el vaper normalmente contiene propilenglicol, nicotina, aromas y otras sustancias como metales pesados. La mayoría de los fabricantes sostienen y alegan que es una alternativa más saludable al consumo de tabaco.

Aunque el vapor de los cigarrillos electrónicos puede contener menor porcentaje de sustancias tóxicas que el humo de los cigarrillos, esto no deja de ser altamente dañino, ya que los usuarios de dichos dispositivos electrónicos siguen expuestos a la nicotina, la cual es una sustancia química peligrosa y extremadamente adictiva; así como a toxinas, metales y contaminantes, afectando no solo a los consumidores, sino a los que se encuentran alrededor.

Es importante destacar que estos generan una adicción más rápida a la nicotina, los mismos, al contener altas cantidades de tabaco y los componentes antes descritos, provocan enfermedades como enfisema pulmonar; bronquitis crónica; asma; enfermedades infectocontagiosas, ya que se comparte la misma pipa a varias personas; infartos al miocardio; enfermedades cerebrovasculares (ECV); cáncer de lengua y boca; cáncer de pulmón, estómago, páncreas, intestino y vejiga.

Debemos estar claros que no existe ningún producto del tabaco libre de riesgos, lo único que nos garantiza gozar de una buena salud es la buena alimentacion, una adecuada salud mental, evitar el consumo de alcohol y cigarrillo, además de la práctica de actividades físicas, deportivas y recreativas adaptadas a las diferentes edades.

Ydalmis Bravo