Fisio en acción | Llevar más oxígeno a nuestra sangre es posible
14/08/2023.- Uno de los tratamientos utilizados como alternativa terapéutica para distintas patologías y también en el área preventiva de las mismas es la oxigenoterapia. Para ello, se emplea una cámara especial llamada cámara hiperbárica, la cual aumenta la cantidad de oxígeno en sangre.
La presión desarrollada dentro de la cámara hiperbárica es hasta tres veces mayor que la atmosférica y gracias a ello nos llega hasta 23 veces más oxígeno del habitual. Es un método no invasivo e indoloro. En estas condiciones, los pulmones pueden albergar mucho más oxígeno de lo que sería posible respirándolo puro a la presión normal del aire.
Cuando la sangre transporta esta cantidad adicional de oxígeno a todo el organismo, contribuye a combatir bacterias y estimula la liberación de sustancias denominadas "factores de crecimiento" y "células madre", que tienen la responsabilidad, entre otras acciones fisiológicas, de favorecer la cicatrización.
Este tratamiento ayuda a la reducción de edemas y procesos inflamatorios producidos por infecciones, sobre todo en heridas abiertas. También se utiliza en pacientes quemados, en embolias aéreas o gaseosas, infecciones en los huesos (osteomielitis), lesiones por aplastamiento, intoxicaciones por monóxido de carbono, necrosis de tejidos blandos, lesiones por radiación (en pacientes con cáncer), injertos de piel y en heridas que no sanan con otros tratamientos (úlceras de pie diabético).
Estudios diversos han encontrado que el procedimiento con la cámara hiperbárica produce un aumento en la tolerancia al ejercicio, un incremento en la energía muscular, a expensas de un aumento en la carga energética y del potencial redox del tejido muscular gracias al aporte extra de oxígeno respirado. Es por ello que algunos centros deportivos tienen este tipo de recursos.
Su uso en el área estética ha demostrado que estimula la producción de colágeno, beneficiando directamente la salud de la piel y articulaciones, disminuyendo la aparición de arrugas en el cutis y manteniendo los parámetros de buena flexibilidad en el sistema musculoesquelético.
No es recomendable la utilización de la cámara hiperbárica en personas con infecciones respiratorias agudas, crisis agudas de asma, lesiones pulmonares, epilepsia, nefritis, glaucoma y, sobre todo, con claustrofobia, entre otros padecimientos. Los efectos colaterales de este tratamiento son: dolor de oído y senos paranasales, lesiones de oído medio —incluyendo ruptura de la membrana timpánica—, cambios visuales temporales y, en casos poco frecuentes, colapso pulmonar.
Ydalmis Bravo