La miss Celánea | Veneca será tu abuela

19/08/2023.- Una horrible palabra se ha puesto de moda entre los venezolanos y las venezolanas que se encuentran en el extranjero: el término veneco, veneca, una forma específica de sudaca, que se refiere de manera particular, y siempre despectiva, a quienes tenemos el gentilicio venezolano, y que la gente que salió de nuestras fronteras usa a diestra y siniestra como si fuera una gracia, o para marcar distancia del país en una extraña forma de salvación. Supongo que creen que si ellos también nos desprecian (a nosotros, sus iguales), se salvarán un poco de ser despreciados. Cosita.

Por nuestra parte (la de quienes nos quedamos por acá), es característico de nuestro humor caribeño la capacidad de reírnos de nosotros mismos, de no tomarnos las cosas demasiado en serio, y capaz por eso nos ha pasado por al lado esta costumbre sin que reparemos mucho en ella, y así vamos por la vida permitiendo que personajillos rastreros, disfrazados de “gente de mundo”, vayan por ahí despreciándonos, en una muestra de ese decir popular que se refiere a quienes creen que hacen sus necesidades fisiológicas más arriba de lo que las hacen los demás, y no me parece justo, porque mientras para mí la resiliencia es un valor muy propio del pueblo venezolano, veneca es la costumbre de algunos de quererlo todo fácil, o de preferir irse a trabajar en el exterior lo que nunca trabajaron en Venezuela.

Mientras la solidaridad es venezolana, veneco es el egoísmo de quienes no pueden ver felices a quienes nos quedamos aquí, porque entonces ya les parecemos sospechosos de andar, como dicen, “enchufados”.

Mientras la alegría y el arraigo son venezolanos, veneca es la amargura huérfana de patria.

Y venezolana es esta testarudez nuestra de hacer lo que está en nuestras manos para echar adelante juntos, para sortear las crisis honradamente, a pesar de los venecos y las venecas que no aguantan dos pedidas para estafar al país con sus monitordólar y su habilidad para siempre encontrar una trampa nueva con la cual aprovecharse de las contingencias.

Así que tomemos en serio nuestro honor y dignidad. Ni en serio, ni en chiste, ni para ironizar, ni para nada, usemos esa infame palabrucha.

 

¿Veneca? Veneca la abuela tuya.

 

Malú Rengifo


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