Malaver: La mayoría de nuestros políticos son humoristas involuntarios

El director de El Especulador Precoz celebra el 13° aniversario del periódico

"Cuando salíamos en papel, había gente que coleccionaba El Especulador Precoz

18/08/23.- Desde la llegada de la Revolución Bolivariana, los cambios en la manera de conducir la política en Venezuela han generado una serie de reacciones en la sociedad en general, unas a favor, otras en contra; produciendo a su vez maneras de actuar distintas entre quienes apoyan estos cambios y quienes los adversan, haciendo de la política un ring de boxeo; algunos la ven de tal manera que manifiestan su apoyo o desacuerdo haciendo uso del  raciocinio a través de encuentros para el debate ideológico, otros la ven de tal modo, que toman conductas violentas contra quienes –según ellos– no están del lado de la verdad; otros parecen verla de una forma que les hace perder la brújula y asumen conductas verdaderamente risibles... En fin, que el espectáculo que dan algunos actores de la política, hacen que esta ofrezca pocas razones para estar –si no feliz– por lo menos contento.

Sin embargo, El Especulador Precoz escogió no amargarse, y decidió que hay otra manera de verla: con humor. Y ya son 13 años contagiando a los venezolanos con esta óptica.

Por tal motivo, conversamos con su director, Roberto Malaver, para felicitarle por el aniversario, y para conocer algunos detalles de la publicación que hoy está de plácemes.

—La idea de crear El Especulador Precoz. ¿A quién se le ocurre?, ¿cómo nace la idea?

—En el momento en que el empresario Guillermo Zuloaga, miembro de la junta directiva de Globovisión, para la fecha, fue a la fiscalía a declarar, porque lo habían citado ya que estaba especulando con la venta de unos carros Toyota, un periodista le preguntó. ¿Ustedes especulan? Y él, de una manera muy sincera, comentó. “Sí, especulamos, pero damos empleo”. Eso fue lo que permitió el arranque de El Especulador Precoz, allí, en la segunda página de El Especulador Precoz está una foto de Zuloaga donde se le reconoce ese mérito. Los marginales no somos capaces de crear una cosa así.

—Hay investigadores que recomiendan el buen humor y la risa como terapia para enfrentar el estrés, las situaciones tensas. En ese sentido, cree usted que el Especulador Precoz vino a ser una especie de liberador de tensiones y ansiedad, para el público lector (chavistas y opositores) que estaba sometido al bombardeo de noticias negativas respecto al país?

—No. El Especulador Precoz no está dispuesto a liberar nada ni a nadie. Esa es una tarea muy peligrosa. El Especulador Precoz es un homenaje al empresariado venezolano que, como dijo Guillermo Zuloaga, especula, pero da empleo.

—En el año en que sale a la luz El Especulador Precoz, había una fuerte polarización política, y hasta social; además, ambos sectores se preparaban para la campaña electoral del 2012. El chavismo de seguro disfrutaba con la lectura de este periódico humorístico, pero, la oposición ¿cómo se lo tomó?, ¿con humor?, ¿llegaron a recibir ustedes algún tipo de reclamo por parte de los políticos aludidos o de sus simpatizantes?

 —La oposición parece que no se ha dado cuenta de que El Especulador Precoz existe, y con mucha razón, porque se la pasan luchando todo el día para salir de esta dictadura. Esa es su prioridad. El presidente Chávez sí se dio cuenta inmediatamente, incluso, llegó a citarlo varias veces en sus reuniones, eso nos ha desprestigiado mucho entre la oposición, pero nosotros asumimos ese desprestigio.

—En cuanto al equipo de trabajo, qué requisitos debe tener el personal que escribe para el periódico, tomando en cuenta que el humor es una cosa muy seria.

—El único requisito es que sea una persona con talento. Con mucho talento. El único bruto ahí soy yo, pero me he rodeado de gente muy inteligente. De Clodovaldo Hernández, Luis Britto García, Armando Carías, antes estuvo Earle Herrera. También están los caricaturistas Iván  Lira, Vicman, Eneko de las Heras. Cáspita. Y dos decimistas: Gustavo Rodríguez y Emigdio Malaver. Y no hay que dejar por fuera a dos grandes talentos, a la correctora Laura Nazoa, y al diagramador Arturo Cazal. Hay que ser muy bruto para fracasar con un equipo así, sin embargo yo hago todo lo posible por fracasar.

—Desde la primera publicación hasta la más reciente, ¿qué cambios importantes ha tenido (en caso de haberlos tenido), ¿cómo se han adaptado a las nuevas tecnologías?, ¿les ha afectado? (Del impreso, al PDF, y luego a la Guacamaya).

—Cuando salíamos en papel, había gente que coleccionaba El Especulador Precoz. Y según un buhonero amigo, el día que más buscaban a Ciudad CCS era el viernes, cuando salía El Especulador Precoz. Ahora con estos cambios, solo estamos en PDF, todavía no hemos dado el paso que inteligentemente dieron nuestros compañeros Ciudad CCS y Épale. De paso, a Mercedes Chacín también hay que felicitarla porque gracias a ella estamos allí.

—¿Han sido objeto de censura previa en algún momento?

— No, porque antes de que nos censure alguien por ahí, primero los censuro yo. Es decir, yo leo y veo muy bien todo lo que va  a salir, y si hay algo que pueda censurar, lo censuro, y eso a mí me encanta. Lo aprendí con Pedro Pablo Alcántara, aquel censurador que cuando la rebelión de Chávez, llegó al diario El Nacional a decir lo que salía y lo que no salía.

—¿Qué es lo más difícil de hacer humor con una cosa como la política? ¿O es que el comportamiento de algunos políticos en nuestro país da risa?

 —Lo bueno es que la mayoría de nuestros políticos son humoristas involuntarios, y ellos no lo saben, y dicen cada cosa, que con eso solo se llenaría El Especulador Precoz, lo que pasa es que no queremos darle mucha importancia a la ignorancia de nuestros políticos. Hay un derroche de ignorancia en nuestra clase política muy grande.

—Finalmente, ¿cuál es su percepción sobre el sentido del humor de este pueblo? ¿Puede decirse que al venezolano le gusta la jodedera?

—El venezolano es jodedor por naturaleza. Lo que pasa es que alguien comenzó a hablar de humorismo para darse importancia y apartarse de un montón de gente que solo hace chistes. Una vez, en la Asamblea Nacional, presentando el libro Contragolpe del humor, el presidente Chávez se acercó a nosotros: Luis Britto, Clodovaldo, Earle, Roberto Hernández Montoya, Régulo Pérez, y yo, y nos dijo: “Hay humoristas, y cómicos, y jodedores, y yo soy un jodedor”. Y esa es la mejor clasificación que se ha hecho de esa gente hasta ahora, o mejor dicho, por ahora.

 

FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS


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