19/08/2023.- Siempre me he acercado a los filósofos con sumo respeto, casi con temor, debido a su condición de autoridades del pensamiento, pero llegó un día en que decidí leerlos como escritores de ficción para poder ganar confianza y acercarme a ellos como si fuesen ficcionadores de ideas, y así fui ganando un poco más de confianza, haciendo unas cuantas glosas personales de filósofos para tejer un libro que titulé Del logos moderno a la razón global (2022) cuya escritura me ayudó a aislarme para soportar un poco más los embates de la pandemia del covid.

Ahora me encuentro frente a una obra del filósofo alemán Theodor W. Adorno, en una hermosa edición titulada Mínima Moralia (Akal, España, 2022) y es por muchas razones admirable, con el insinuante subtítulo: “Reflexiones desde la vida dañada”, donde este pensador (que inspiró a Julio Cortázar para poner su nombre a uno de sus gatos) expone una sucesión de temas inquietantes, mediante fragmentos cortos con títulos sugerentes y desarrollos que pudiéramos tildar de vertiginosos, por la acuciosidad que muestran en el momento de acercarse al mundo o a la realidad, indagando en ella algo con lo cual pueda poner a prueba el pensamiento, usando las formas del ensayo, o buscando también una estética literaria. Adorno nos muestra una visión poliédrica del mundo: arte, música, literatura, cine, sociedad; realiza aportaciones interesantes sobre la industria cultural, el mundo burgués, la comida, las subastas, los museos, los horarios, la política, la llamada gente corriente, pasa de un tema a otro con gracia y agilidad, comprime los asuntos mediante un lenguaje cortante, incisivo.

Se advierte que el libro fue escrito en distintas épocas (desde 1944 hasta 1947) y sin un plan premeditado; son reflexiones ligadas a estados de lucidez y alumbramiento, por lo que recomiendo la lectura de este libro a aquellos lectores que deseen acercarse a la sustancia misma de los complicados sucesos de la sociedad moderna. Theodor W. Adorno es por demás uno de los filósofos más notables de la llamada Escuela de Frankfurt, a la cual también pertenecieron pensadores como Herbert Marcuse, Max Horkheimer y Walter Benjamin. Adorno es conocido por ser uno de los artífices de la célebre Teoría Crítica; otras de sus obras conocidas son Dialéctica negativa, Dialéctica de la Ilustración (1944), Escritos sociológicos y filosofía de la nueva música (1944), Notas sobre literatura (1958), pues además destacó como músico compositor. En Mínima moralia (1951), el lector podrá hallar más de un incentivo para dialogar críticamente con el mundo. Frase al azar en el libro: “Como si una felicidad producto de la especulación no fuera sino lo contrario de la felicidad: una penetración forzada de los comportamientos institucionalmente planificados en al ámbito cada vez más encogido de la experiencia". (T.W. Adorno).

Gabriel Jiménez Emán