21/08/2023.- Creo que pocas veces me sentí tan insultado en mi vida como cuando un dirigente estudiantil, universitario y del MIR, me dijo: “No todos los comunistas están en el PCV y no todos los que están en el PCV son comunistas”.

Tendría yo 14 años en ese momento y la Juventud Comunista me había encomendado la tarea de organizar el movimiento estudiantil de educación media. Odié profundamente esa idea, pero muy poco tiempo después escuché, en varias ocasiones, a Héctor Mujica afirmando que el partido más importante de Venezuela era el partido de los que ya no estaban en el Partido Comunista. A él mismo le tocó, en los últimos años de su vida, ser uno de esos miles que ya no estaban en el PCV.

Creo, con todo amor y respeto, que el PCV es mucho más que su historia y su militancia. Creo además que el PCV es asunto del pueblo venezolano y no solo de los militantes.

Dicho esto, me veo en la necesidad de expresar que no existe nada tan ajeno a la cultura organizativa de una estructura leninista, como es el caso de la generalidad de los partidos comunistas del mundo, como la designación de una junta directiva decidida por un tribunal del Estado. Es una figura antinatura y decididamente imposibilitada de vivir. Eso creo y además creo que quienes han impulsado esa decisión deberían saber que es uno de los peores caminos que se puede emprender.

No dudo de la legalidad que crea la posibilidad de este tipo de decisiones, pero sé que en el caso de un partido comunista es ideológicamente indigesta.

Otra necesidad que no puedo obviar es mi rotundo desacuerdo con la actual línea política del PCV, absolutamente cargada de adjetivaciones inquisitoriales “izquierdistas” que terminan por ocultar la justicia de algunas críticas y que suscitan el entusiasmo de las fuerzas contrarrevolucionarias.

Crecí dentro del PCV, literalmente lo hice, ingresé a la JC cuando tenía 12 años. Nadie en mi familia había sido militante de ninguna organización política. Así que tengo unos vínculos ideológicos y afectivos que me mantienen siempre cerca de la vida de esta organización. Conozco de trato y afecto a varias personas de su dirección y de su militancia.

Yo deseo al PCV mucha vitalidad e inteligencia para comprender este momento y crecer políticamente a partir de las circunstancias que vive hoy. Con toda la humildad de que pueda yo hacer acopio, digo que es fácil comprender que el PCV tiene una serie de problemas que no son culpa de los chavistas, del PSUV o del Gobierno. Creo que es una gran oportunidad para debatir constructivamente con toda la militancia y con todos los comunistas del país, porque yo sí creo que hay muchas y muchos comunistas fuera del PCV.

Freddy Fernández

@filoyborde