Derreflexión | ¿Cómo alcanzar la serenidad en un mundo caótico?

21/08/2023.- Todas las noticias de los diarios parecen caóticas, como si no existiese un lugar en la Tierra libre de problemas. Las predicciones a futuro tampoco parecen alentadoras.  

Algunos de los problemas más graves que aquejan al mundo son la sensación de inseguridad, la falta de empleo, la hambruna, el racismo, la no tolerancia, maltrato, abandono, migraciones forzosas, alcoholismo, entre otros.

Ante este panorama desalentador, parece imposible permanecer indiferente y no verse afectado por lo que ocurre en el entorno. Sin embargo, la paz interior, la serenidad, es una cualidad necesaria para mantener la salud mental.

¿Cómo nos afecta el estrés?

El estrés en la sociedad moderna es un fenómeno que impacta profundamente en nuestras vidas y bienestar. Aunque en dosis moderadas puede ser un mecanismo adaptativo que nos ayuda a enfrentar desafíos, pero el estrés crónico o excesivo puede tener efectos perjudiciales en nuestra salud física, mental y emocional.

Desde una perspectiva fisiológica, el estrés activa la respuesta de "lucha o huida" en el cuerpo, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas sustancias preparan al organismo para responder a situaciones peligrosas o desafiantes, aumentando la frecuencia cardíaca, elevando la presión arterial y dirigiendo el flujo sanguíneo hacia los músculos. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, estas respuestas constantes pueden sobrecargar el sistema cardiovascular y contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas, hipertensión y otras afecciones.

A nivel mental, el estrés prolongado puede tener efectos negativos en la concentración, la memoria y la toma de decisiones. La ansiedad constante puede hacer que las personas se sientan abrumadas y agotadas mentalmente, lo que dificulta su desempeño en el trabajo, los estudios y las tareas cotidianas. Además, el estrés puede desencadenar o agravar trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, creando un ciclo pernicioso en el que el estrés empeora la salud mental y viceversa.

En el ámbito emocional, el estrés puede llevar a una amplia gama de respuestas, desde irritabilidad y frustración hasta sentimientos de tristeza y desesperanza. Las personas bajo estrés crónico a menudo experimentan cambios en su estado de ánimo y pueden tener dificultades para manejar sus emociones de manera saludable. Esto puede afectar las relaciones interpersonales y llevar a un aislamiento social, ya que la persona puede sentir que es incapaz de conectarse con los demás debido a su estado emocional.

El estrés también puede influir en comportamientos relacionados con la salud, como la dieta y el ejercicio. En momentos de estrés, algunas personas recurren a la comida reconfortante o poco saludable como una forma de afrontar sus emociones. Esto puede dar lugar a problemas de peso y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con la alimentación. Además, el estrés crónico puede afectar los patrones de sueño, lo que a su vez puede debilitar el sistema inmunológico y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades.

Es importante tener en cuenta que las formas en que el estrés nos afecta pueden variar de una persona a otra. Algunas personas pueden ser más resilientes y capaces de manejar el estrés de manera efectiva, mientras que otras pueden ser más vulnerables a sus efectos negativos. Sin embargo, independientemente de la susceptibilidad individual, es fundamental tomar medidas para reducir y gestionar el estrés de manera saludable.

La adopción de estrategias de afrontamiento, como la práctica regular de ejercicios de relajación, la meditación y el mindfulness, puede ayudar a reducir los niveles de estrés. Establecer límites claros en el trabajo y la vida personal, mantener una rutina de sueño regular y buscar apoyo social, también son pasos importantes para mitigar los efectos del estrés.

En resumen, el estrés es un componente inevitable de la vida moderna, pero su impacto en nuestra salud y bienestar depende en gran medida de cómo lo gestionamos. Reconocer los signos de estrés crónico y tomar medidas proactivas para reducirlos son pasos cruciales para mantener una buena salud física, mental y emocional en un mundo cada vez más demandante.

¿Qué es la serenidad?

La serenidad interior es un tipo de calma que se experimenta y desde la cual se puede sentir paz mental. Muchas personas dicen que no se puede aprender, pero lo cierto es que sí hay técnicas para sacarla de lo profundo de cada ser.

Es normal sentir enfado o estrés ante tantas situaciones, sobre todo cuando estas son injustas, pero la tranquilidad nos permitirá sentir calma y poder tomar decisiones más asertivas.

Por medio de la meditación, se puede experimentar la paz interior. Este es un proceso que ayuda a sentirse relajado, a centrarse en lo que realmente es importante en la vida, siendo concientes de las verdaderas necesidades o prioridades que tenemos en la vida.

Por otro lado, encontrar un momento de calma, leer un libro y tomar un tiempo para sí mismo, también es indispensable. Hay quienes prefieren pintar o dedicarse a alguna otra práctica que facilite la expresión de los sentimientos.

Encontrar serenidad en este mundo lleno de caos no significa ir por la vida como una hoja arrastrada por el viento, sino fijarse objetivos y procurar alcanzarlos, marcándose un propósito que dé sentido a cada día de nuestra vida.

Ejercicios con la respiración, técnicas de visualización, encontrar motivos de inspiración, pueden ayudar también a despejar la mente, hacer una breve desconexión del caos y conectarse con la serenidad desde nuestra interioridad.

Igualmente, es fundamental encontrar un tiempo de tranquilidad para reflexionar sobre nuestras acciones y decisiones a futuro, sin tomar decisiones a la ligera, aun cuando el mundo pareciese impulsarnos a decidir rápidamente, ya que su movimiento es cada vez más vertiginoso.

Aunque el estrés es una respuesta adaptativa que nos ayuda a afrontar el peligro, lo cierto es que no siempre es saludable, ya que en ciertas ocasiones puede ser desadaptativo, puede provocar frustración y enfado. Ahora bien, en lugar de ocultar estas emociones, es necesario expresarlas, incluso llevando un diario personal, sin reprimir ninguno de nuestros sentimientos, pues todos manifiestan algo que necesita ser confrontado.

Isbelia Farías

 


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