Arte de leer | Gramática del alucinado de Hesnor Rivera
La creación de un nuevo lenguaje
22/08/2023.- El arte de las letras y las palabras ha sido, a lo largo de los siglos, una de las disciplinas que ordenan y regulan el habla. Los antiguos griegos usaron el término grammatiké para gravar una lengua franca panhelénica, a manera de gestar una identidad nacional de las diferentes regiones que hacían vida en torno a la gran metrópolis, Atenas.
Más allá de las imposturas, la comunicación a través del lenguaje hablado y escrito ha servido como vehículo para desarrollar el conocimiento y las ciencias. Los idiomas, al igual que las realidades materiales, cambian, se transforman, se enriquecen, y es allí donde los poetas desarrollan sus inherentes estilos de expresión:
El verbo se convierte siempre
en actos que la memoria inventa
para que el olvido —como suele
suceder— verdaderamente exista.
Tome su continente
de animal si se quiere insípido
como el del loro
cuando guarda silencio.
En este caso la concordancia
debe proyectar la seda
de sus tentáculos
para involucrar tu casa
por obra y gracia del adjetivo
referido simultáneamente a las trampas
seductoras del espacio y el tiempo.
Hesnor Rivera se atrevió a desafiar las obligadas fórmulas idiomáticas, construyendo su particular argot poético en Gramática del alucinado, versos que representan la última travesía escrita e inédita del flamante letrado de Maracaibo. La Fundación La Poeteca hizo posible que la voz de Hesnor se mantenga vibrante a través de este volumen coordinado por Jacqueline Goldberg, junto a Graciela Yáñez Vicentini, Franklin Hurtado y Valmore Muñoz Arteaga.
El propio Rivera instó a los amantes de la metáfora a que elaboren sus connaturales formas de verbalización, tal como lo plasmó en la introducción del libro en referencia:
Por eso, es necesario que cada quien escriba todos los días su propia Gramática del alucinado, con fantásticos futuros pluscuamperfectos y mágicos presentes indefinidos. En cuanto a lo que puedan opinar los académicos, poco importa. Si esa gramática del alucinado de cada quien logra tener poesía, esos ilustres personajes, peritos en usos prácticos, no entenderán absolutamente nada, tal como nadie entiende su gramática yerta.
Y es que alucinar en Hesnor es soñar, equivale a invertir todas nuestras ganas de vivir en crear y desarrollar nuevas estéticas, buscando que la imaginación se apodere de nuestro logos y se manifieste en las diversas maneras de comprendernos:
El futuro no existe.
Lo inventaron los gramáticos
que padecieron más hambres
durante su permanencia
por lo común muy larga
bajo la superficie del mundo.
El futuro solo existe
cuando le quita el puesto
al pasado vivido muchas veces
pero que desconocemos
casi siempre a diario
Las palabras del poeta tienen vocales de aguda sensación. Sus consonantes profundizan en la vehemencia por su amada. El versador zuliano se entrega desde sus pronunciaciones caracterizadas por mística belleza, aunque contengan nostalgia, aunque haya un hálito de tristeza:
Por eso
nada puedo prometerte
visión mía —sombra amada
que encontré y perdí tantas veces.
Que contemplé día tras día a fondo
pero en el laberinto de las noches más claras.
Por eso
todo cuanto te digo lo invento
a expensas de mi propia
destrucción propiciada ahora
y a cada instante por los sentidos
cuando se interfieren
y se entredesgarran —cuando luchan
por beber en el ánfora
del más bello desorden.
Si alcanzo a recordar el tiempo
de nuestra vida próxima
resulta que en realidad somos otros.
Dos desconocidos que simpatizan
desoladamente. Y se tocan
hasta el extravío
en el traspatio
de una soledad que nos borra
furiosamente los rostros.
Es entonces cuando tú me llamas
con el nombre de cualquier objeto.
Rivera y su Gramática del alucinado es un nuevo diseño del corazón, otra forma de conjugar los alientos que se encuentran. Más allá de los tiempos, las distancias, las cercanías de las pieles y la colisión entre los labios, el sentir de Hesnor (como diría Amado Nervo) es un amor del siempre, siempre y siempre.
Ricardo Romero Romero
@ItacaNaufrago
artedeleer@yahoo.com
Hesnor Rivera (Maracaibo, 1928-2000)
Poeta, periodista, locutor, profesor universitario. Licenciado en Letras por la Universidad del Zulia, donde también se convirtió en un destacado académico en el área de Literatura Española. Fue uno de los fundadores del grupo Apocalipsis, que arrojó vanguardia al panorama literario local y nacional entre 1955 y 1958. Ingresó en el diario Panorama en 1962 como secretario de redacción y fue subdirector entre 1965 y 1987, año en el que se retiró del periodismo que lo llevó a obtener diversos reconocimientos, entre muchos otros el Premio Nacional de Poesía (1979) y Premio Regional de Literatura Jesús Enrique Lossada (1992). Merecedor de condecoraciones como la Orden de Andrés Bello (1975) y la Orden Francisco de Miranda (1979). Colaboró asiduamente en Zona Franca, El Nacional, El Universal, La República, Revista Nacional de Cultura, Imagen y Puerta de Agua. Autor de los libros de poesía En la red de los éxodos (1963); Puerto de escala (1965); Superficie del enigma (1968); No siempre el tiempo siempre (1975); Las ciudades nativas (1976); Persistencia del desvelo (1976); El visitante solo (1978); Elegía a medias (1978); La muerte en casa (1980); El acoso de las cosas (1981); Los encuentros en las tormentas del huésped (1988); Secreto a voces. Sonetos completos (1992); Hesnor Rivera. Antología poética (1993), y Endechas del invisible (1995).1
Rivera, H. (2019). Gramática del alucinado. Poesía (Colección Memorial). Edición digital: La Poeteca.
Descárgalo gratis:
https://lapoeteca.com/wp-content/uploads/2019/10/Gramatica-del-alucinado-WEB.pdf
Fuente consultada
S. A. (2021, 28 de marzo). Gramática del alucinado. Hesnor Rivera (audiolibro). La Poeteca. https://lapoeteca.com/gramatica-del-alucinado-audio-libro/