Mundo alerta | ¿Cómo pasamos de 2 mil 800 a 5 millones de migrantes?

24/08/2023.- En menos de cinco años, el éxodo nacional dio un salto exponencial que convirtió a Estados Unidos en principal destino, revela el libro Y aquí estamos, recientemente editado por la Fundación Rosa Luxemburgo, capítulo Venezuela. La cifra es solo una de las muchas facetas surgidas de un diagnóstico multidisciplinario, que incluye 57 entrevistas de campo en comunidades de origen y destino, con dirigentes sociales, periodistas, autoridades, miembros de entidades de atención social y funcionarios clave, en nuestra frontera con Colombia.

 

El principio de un final interminable

Amplios interrogatorios in situ describen en forma dramática el máximo pico (2021-2022) de la oleada migratoria iniciada en 2012, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), que recopila datos sobre refugiados, migrantes y solicitantes de asilo, aportados por los gobiernos anfitriones. De acuerdo con R4V, hay 6.14 millones de venezolanos refugiados y migrantes en América Latina y el Caribe y 7.32 millones en la misma condición, para un total de 13.46 millones en todo el mundo. R4V ubica en 400% el incremento migratorio en 2021-2022, cuando Venezuela flexibilizó los trámites de ingreso a suelo estadounidense.

 

Políticas contradictorias

El estudio califica de "incongruencia" la política de brazos abiertos establecida en ese período por parte de Estados Unidos, que posteriormente impuso severas restricciones contra los flujos migratorios de venezolanos, pues a su vez indujo a la masa migrante "a utilizar vías ilegales y de suma dificultad como el paso del Darién".

La investigación descubre detalles no conocidos sobre el origen, comportamiento y evolución —o involución— de las marchas migratorias.

A diferencia de otras experiencias tradicionales, los investigadores de Y aquí estamos actuaron con criterio independiente, aunque con asesoramiento de profesionales del área y financiamiento del Ministerio Alemán para la Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).

 

Lo que ocurre y muchos no ven

Además, el trabajo toca en profundidad el flujo y reflujo migratorio entre los países latinoamericanos y desde estos hacia Europa. El texto es de vital importancia para expertos y estudiosos del tema, en especial para las autoridades nacionales e internacionales y la opinión pública mundial.

Y aquí estamos advierte sobre los cambios que el fenómeno genera en la cultura y la idiosincrasia de los países receptores y emisores de migrantes, la violencia social e institucional y la vulnerabilidad de los derechos humanos de los ciudadanos en incansable movilidad extraterritorial.

En virtud de que la casi totalidad de los gobiernos latinoamericanos se ocupan más de las cifras de salida que de las motivaciones y destinos de sus connacionales, vale la pena destacar que los autores evalúan la trayectoria, evolución —o involución—, el comportamiento de las marchas migratorias, sus estrategias de inserción social y laboral en la diversidad de países escogidos, hasta su final captación por la delincuencia nacional e internacional.

 

Frontera agresiva y peligrosa

El libro presenta un interesante capítulo titulado La muchedumbre marcada, desarrollado por el sociólogo y profesor universitario venezolano Andrés Antillano, de larga experiencia en escenarios de conflictividad social en los barrios populares de Caracas. También participan en el equipo Chelina Sepúlveda, Carla Chacón y John Dávila.

El grupo define el desplazamiento como

una migración circular, pendular y transnacional, que no rompe del todo con su comunidad de origen. Las personas retornan con frecuencia, por períodos variables, para volver a migrar, e incursionan continuamente en diferentes destinos, alimentando sobre todo a las economías informales e ilegales como mano de obra barata, lo que origina explotación y otras formas de supervivencia contrarias a los derechos humanos.

 

Reclutamiento forzoso de migrantes

Los editores del texto lograron entrevistar a un migrante venezolano, preso y esposado, convertido de forma involuntaria en delincuente por una banda armada. Tras hacer autoestop en la parte trasera de un camión, acompañado por otro venezolano, a ambos los dejaron en un caserío al borde de la carretera (probablemente escogido para ponerlo en manos de la organización criminal), donde se les acercó un hombre y les ofreció dinero para descargar un camión. Cuando llegaron al vehículo fueron apuntados con un arma de fuego y los obligaron a unirse a otros hombres al otro lado del río, bajo amenaza de muerte si desobedecían las instrucciones. Más tarde se enteraron de que estaban formando parte del Bloque Virgilio Peralta Arenas, de Los Caparros, una organización armada no estatal. Después de recibir uniformes y armas, les ofrecieron 800 mil pesos colombianos y un permiso para visitar a su familia cada ocho meses, pero no cumplieron con el permiso ni el pago prometido. La pesadilla se prolongó por siete meses, soportaron humillaciones y palizas antes de escapar escondiéndose en bosques y caseríos hasta ser detenidos por una patrulla policial y encarcelados por porte ilegal de armas. Este es uno de los muchos casos de reclutamiento forzoso.

Los obstáculos que deben superar para ser reconocidos como víctimas son prácticamente insuperables. Las autoridades no atienden a los migrantes indocumentados, desconocen los protocolos o discriminan a los peticionarios por ser venezolanos.

 

Raúl Pineda


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