Psicosoma | Símbolo milenario: el uróboro

29/08/2023.- La serpiente uróboro, que se muerde la cola, representa la eternidad y el proceso cíclico de la naturaleza. El uróboro fue un símbolo usado en el antiguo Egipto y Grecia, en la mitología nórdica, en las culturas preinca, maya y mesoamericana, en las prácticas alquimistas y casi siempre se liga con la cualidad repetitiva de las cosas, el eterno retorno o el renacer de todo aquello que nunca desaparece y que solo puede cambiar por toda la eternidad a través de un ciclo de destrucción y nueva creación.

Las imágenes de las serpientes y anacondas, de Amaru o de machaqway están presentes en la cultura del Perú antiguo del Chavín de Huántar que pude observar de niña en las visitas a los museos. Entonces quedé alumbrada con "El Lanzón", que es un monolito o wanka sagrada, serpiente con colmillos que conecta el mundo subterráneo de los muertos con el de los vivos. Desde entonces, voy a visitar los serpentarios de todos los países a los que viajo para estudiar culebras, víboras y serpientes e imaginar a la serpiente emplumada Quetzalcóatl, a Kukulcán…

Esta remembranza salta de súbito porque, al estudiar Psicología, en una de las revistas encontré fotos del uróboro. También en las ferias de libros científicos me vengo a topar con esta imagen que me hace recordar mi biblioteca —la que dejé hace cinco años en Venezuela— y considerar cómo esos mundos psíquicos inconscientes del agua nos perturban. Busco libros de Jung y vienen teorías sugestivas que siempre revolotean en mis pensamientos. Al revisar en clínica los trances que son casi imposibles de "terapear" y la teoría del bucle infinito, descubro que quizás este símbolo pueda ayudar, ya que está asociado con la teoría de Einstein que postula que el universo se encuentra en una constante expansión desde el big bang, y, por otra parte, que las emociones, sentimientos y razones son también eternas armas explosivas si nos las conocemos y empleamos adecuadamente. Para no entrar en dimes y diretes del cultivo narcisista del yo, del poder egoico, quisiera darles chance a otros postulados o percepciones que parecen descabellados, pero funcionan. El asunto es resolver las crisis del dolor y sufrimiento.

En casi todas las culturas milenarias, el uróboro representa el origen de la vida y la muerte. Con los procesos de retroalimentación y autoorganización, en interacción continua, del convivir interconectados, funcionamos en simbiosis, y no se trata solo del código genético.

La autoorganización adaptativa es la esencia que rige desde las células hasta los ecosistemas. Carl Jung consideraba el uróboro como la asimilación de los opuestos y de la inmortalidad, al dar vida y luz a sí mismo.

El uróboro nos recuerda que la vida es un proceso alquímico en constante renovación, una danza entre el ser y el entorno. Es la serpiente que se devora a sí misma y recuerda que la evolución no es lineal, sino en espirales, donde el destino y el origen convergen en movimiento perpetuo.

En la teoría del bucle se sugiere que repetimos nuestra vida en un bucle de tiempo que se inicia con el nacimiento y termina con la muerte, para reiniciarlo, sin fin. Es "la misma vida una y otra vez", que está relacionada con la serpiente enroscada en forma de círculo y que se come su propia cola, y que algunas veces se confirma al vivir al estilo déjà vu. La vida es un misterio de supraneuronas en sistemas de bucles y retroalimentaciones.

 

Rosa Anca


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