"Crucito" y "Tabaco": hermanos de sangre y música
Nativos de la parroquia San José, crearon un estilo en la percusión y el canto caribeño
19/09/22.- Se tenía previsto para un sábado en la tarde la entrevista con un percusionista como Cruz Armando Quintana "Crucito", pero se sumó como un invitado que nunca falta, su hermano Carlos "Tabaco" Quintana, la voz del Sexteto Juventud, quien con sus metales grabó discos que actualmente son preciados para los coleccionistas y por el público que lo recuerda con cariño, admiración y respeto, porque aunque su partida física, ocurrida en 1995, dejó una ausencia lógica entre sus amigos, familiares y la música.
No hay un rincón de Caracas o de cualquier región de Venezuela donde no suene en alguna bocina de camioneta canciones como Mi calvario, La cárcel, Una sola bandera, Guasancó, y un largo etcétera.
Ingresar a la casa de este percusionista en Lídice significa encontrarse con un rincón por el que desfilaron figuras importantes dentro del auge de la salsa en los 60, 70 y cuya platabanda sirvió como lugar de ensayo en muchas oportunidades, de la pared de la sala cuelga un cuadro que muestra a Carlos Quintana atento, con la mano recostada en su mejilla y sonriendo. Acostumbrado a seguir con vida cuando alguien viene a hilvanar un recuerdo o anécdota por medio de su hijo Carlos Armando Quintana, conocido como "Cabuya", quien añadía datos precisos sobre el Sexteto Juventud y su padre, con un orgullo indescriptible.
El que escribe esta crónica nunca se imaginó entablar una conversación con "Crucito", "Cabuya", el bajista Alexis Carmona, el pianista y colega Fidel Antillano y el investigador Alejandro Jackson sobre un sonero y percusionista con el que sí disfrutaron de su talento, amistad y sencillez para recordarlo entre risas y nostalgia, con eso le bastaba al joven periodista acercarse a ese personaje que no conoció en persona.
Es por ello que en la casa de "Crucito" revivieron esa tarde sabatina, todos aquellos que hicieron historia en la música caribeña.
Entre tantas cosas, relató que el tema La cárcel, convertido en un clásico de la salsa, lo compuso un convicto apodado "Calavera", que se encontraba recluido en un conocido centro penitenciario caraqueño y que era compañero de celda de un amigo de "Tabaco", a quien este visitó en una ocasión y "Calavera" al percatarse que "Tabaco" era el cantante del Sexteto Juventud, le entregó un papel con la letra, esperando que se tomara en cuenta para darle música y enviar un mensaje de conciencia a los jóvenes y evitar malas andanzas.
El resultado fue un éxito radial que actualmente se mantiene en el gusto de varias generaciones.
De vez en cuando, Alexis Carmona intervino en la conversación con su sentido del humor y rapidez, al hablar sobre sus colaboraciones con Tabaco y su Sexteto, Tabaco y sus metales, debido a que estas formaciones fueron sus primeras oportunidades como músico profesional dentro de grabaciones, que lo fueron encaminando hasta ser bajista por casi un año de Oscar D' León y su Salsa Mayor.
Dos hermanos: una sola bandera
"Crucito" contó que sus influencias en la percusión han sido figuras legendarias como Mongo Santamaría, Tata Güines, Papaíto Muñoz, y otros que se le escapan de la mente, de los que ha estudiado su precisión en cada toque y sincronización en los temas, que le sirvieron en los primeros ensayos del Sexteto Juventud en el 23 de Enero, donde estuvo el conguero Elio Pacheco, previo a su consagración con la Dimensión Latina.
"Tabaco' entró al Sexteto Juventud como músico, no fue como cantante, era buen timbalero y capaz de cantar y tocar al mismo tiempo, él llegó allí por su amigo Elio Pacheco, que le presentó a Olinto Medina; yo no sé qué pasó una vez que grabamos Guasancó, y el cantante se enfermó o no pudo llegar, pero 'Tabaco' se ofreció a grabar el tema, salió bien y desde entonces se quedó como cantante", recordó.
Cruz acompañó a su hermano en todas las grabaciones que este hizo hasta su muerte, las presentaciones fueron abundantes y ambos se ganaron una buena reputación entre sus amigos venezolanos y de otros en la escala internacional.
En una presentación efectuada en el Poliedro de Caracas le prestó el bongó a su colega de la Sonora Ponceña cuando se vio en aprietos por inconvenientes con su instrumento, lo que evidenció su solidaridad y comprensión ante las circunstancias por las que atraviesa un músico para dar una buena función.
Por momentos a "Crucito" se le quebraba la voz en alguna anécdota, lo que aprovechaba su sobrino "Cabuya" para hablar, como aquella vez en que su padre no grabó el tema Para tu altar con la Dimensión Latina.
"Mi papá no quería grabar con ellos ese tema porque parece que había un acuerdo al que querían llegar con él, no sé si la Dimensión o el sello disquero TH, de que fuera su cantante, y ya había logrado consolidarse como solista y no iba a dejar eso, recuerdo que Elio estaba molesto con mi papá porque él no quería interpretar la canción y venía por aquí cerca de la casa, le gritaba: ¡"Tabaco", no me vayas a echar esa vaina, qué bolas tienes tú, baja! Pero no bajó", apuntó.
Muchos resaltaron la humildad de "Tabaco", su cercanía con el público, sentido del humor, talento para el soneo, consecuente con los músicos jóvenes en darles una oportunidad de demostrar sus virtudes, uno de ellos Fidel Antillano, que grabó con su piano un disco en 1987, Tabaco y su grupo Futuro, y el último disco publicado por Quintana ¡Ecua Hey! Proyecto Maelo con sabor a Tabaco (1995); esta producción es considerada el mejor homenaje a Ismael Rivera que se haya hecho y fue culminado por el cantante Ángel Flores, quien posee una habilidad de acoplar su voz a un timbre parecido al de Rivera.
Resultaría innecesario enumerar y describir aquí las producciones del Sexteto Juventud y de Carlos Quintana, de ello se ha escrito con amplitud, por ello sirva esta especie de crónica como un homenaje a Carlos Enrique Quintana Guzmán, que recientemente se cumplieron 79 años de su natalicio.
EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / FOTOS: CORTESÍA DE CARLOS QUINTANA JR / CIUDAD CCS