10/10/22.- Cuando apenas se abría el debate sobre la necesaria descolonización en nuestra Revolución, la Coordinadora Simón Bolívar del 23 de Enero ya había iniciado el camino en ese sentido. En diferentes foros donde se abordaba el tema con la participación de personalidades como Enrique Dussel, se planteaba la necesidad de darle un significado distinto a los espacios de la ciudad.

Los primeros pasos

El 23 de enero de 2008 se derribó el busto de Diego de Losada ubicado en la redoma del Rincón del Taxista, que daba la bienvenida a quienes entraban a la populosa y combativa parroquia por ese sector. Esa acción ejecutada por militantes de la Desobediencia Popular y la Coordinadora Simón Bolívar, contó con el apoyo de la comunidad que suscribió un documento que fue entregado, junto con el busto derribado, al Instituto de Patrimonio Cultural.

En su lugar se colocó una pieza de mármol con una placa que rebautizaba el sitio como plaza del Combatiente Revolucionario Sergio Rodríguez.

El 23 de enero de 2014 la redoma cambia otra vez de nombre y la pieza de mármol es sustituida por una estatua del legendario combatiente revolucionario Fabricio Ojeda.

La presencia de Diego de Losada se mantenía en la parroquia

Entre los bloques 5 y 6 de Monte Piedad, bien cerca del Cuartel de la Montaña, se encuentra una institución educativa que hasta hace poco llevaba el nombre del colonizador y asesino de nuestros ancestros.

La comunidad organizada y otra vez la Coordinadora Simón Bolívar, para reconocer a un parroquiano y como actitud y gesto descolonizador, tomaron la iniciativa de cambiar el nombre a la institución que dejó de llamarse Diego de Losada para ser nombrada José Vicente Ochoa (Fabricio).

Quién era José Vicente Ochoa

Juan Contreras, dirigente de la Coordinadora Simón Bolívar, lo define así: “José Vicente Ochoa que usaba el seudónimo de Fabricio, es un parroquiano que vivió y dio sus primeros pasos en el camino de la Revolución en el bloque 7, muy cerca de la escuela, él es parte del legado que nos dejaron nuestros libertadores, es el mismo internacionalismo de Simón Bolívar y Francisco de Miranda. Cursó estudios en la universidad Patricio Lumumba en la Unión Soviética, murió en 1988 en El Salvador combatiendo por la revolución del pueblo de Farabundo Martí”.

Prosigue Contreras: “ Cuando Aristóbulo Istúriz fue ministro de Educación, le hicimos la solicitud de cambio de nombre, se iniciaron los trámites de rigor y en el año 2014 se terminó haciendo el cambio oficial a José Vicente Ochoa”.

La José Vicente Ochoa hoy

En la actualidad la unidad educativa José Vicente Ochoa tiene una matrícula de 409 estudiantes de primaria, 400 de secundaria y más de 60 trabajadores entre obreros, docentes y personal administrativo.

A pesar de la atención que el Gobierno Bolivariano da a las instituciones educativas a través de las Brigadas Comunitarias y Militares (Bricomiles), esta aún no ha sido intervenida.

Juan Contreras nos informa que: “existen problemas de filtración, es necesario impermeabilizar, adecuar los baños y la infraestructura en general, estamos dispuestos a participar en las labores de acondicionamiento del espacio para dignificar el nombre de José Vicente Ochoa, de nuestros niñas y niños, jóvenes y personal que diariamente asiste a esta institución para formarse y servir a la patria lo mismo que Fabricio”.

La misma comunidad que participó del cambio de nombre insta a las autoridades competentes que atiendan los problemas que impiden el desarrollo óptimo de la formación de las y los estudiantes de la institución educativa José Vicente Ochoa y ratifican su disposición a participar activamente en la dignificación del espacio.

JESÚS ARTEAGA / CIUDAD CCS