09/08/2024.- Barbra Streisand dirigió, produjo y protagonizó El espejo tiene dos caras a finales de los noventa. La película es una versión libre de la cinta homónima de 1958 dirigida por André Cayatte.

El largometraje reflexiona sobre la naturaleza del amor romántico y su incidencia en la felicidad. ¿Amamos porque estamos vivos o necesitamos amar para vivir?

El espejo tiene dos caras cuenta una historia común que se toma el tiempo para hacernos pensar, porque aunque lo narrado es harto conocido, la forma en que se presenta aún en nuestra época, más de veinte años después, sigue siendo original.

Rose (Streisand) y Gregory (Bridges) son dos profesores que han tenido historias de amor desastrosas y quieren encontrar la estabilidad que toda la vida han deseado en sus relaciones románticas. Sin embargo, los prejuicios de ambos serán el principal obstáculo para realizar sus deseos.

El amor, la belleza (y su incidencia en las relaciones), el sexo, la compatibilidad y el miedo a la soledad son algunos de los temas que expone esta cinta en clave de humor.

Aunque no necesariamente todo lo que verás te dará risa. Por el contrario, la película es sobre todo filosófica, te hace pensar en tus propias necesidades. Además te permite sentir en distintos momentos lo agradable e inspirador que es (y todos los que nos hemos enamorado lo sabemos) vivir un romance apasionado y correspondido.

Para disfrutar el amor hay que darse en cuerpo y alma, no a plazos ni con miedo, el mayor temor que debería existir al compartir un momento con el otro es no sentir nada. Esto es lo que se dice en el largometraje donde los protagonistas intentarán recorrer caminos distintos para llegar al mismo lugar que casi todos deseamos: ese donde podamos amar y ser amados.

El espejo tiene dos caras cuestiona las tradiciones occidentales sobre el romance y los prejuicios sociales que rodean estas relaciones para finalmente mostrarnos que no hay una fórmula concreta. Ningún romance es un algoritmo o una X que debamos despejar.

Los seres humanos queremos controlar todo y las relaciones no son la excepción, sin embargo, eso no es posible. Nadie te puede asegurar que un vínculo será duradero, amar es un salto de fe al vacío y sin paracaídas.

Esta película es la última que realizó Barbra Streisand como directora y protagonista. Durante toda su carrera las heroínas que llevó a la gran pantalla terminaron solas. Sin embargo, en esta ocasión, ya que Streisand estaba enamorada y a punto de casarse (y supuestamente retirarse, algo que nunca pasó) se propuso filmar una película con final de feliz. Te advierto que esta lo tiene y sin embargo vale la pena descubrirla.

Forman parte del elenco la actriz de la época dorada de Hollywood Lauren Bacall, George Segal (con quien compartió créditos Barbra en El búho y la gatita, 1970), Mimí Rogers y Pierce Brosnan, entre otros.

La cinta también expone una curiosa teoría sobre lo mucho que el sexo complica las cosas ¿será verdad?

Luisa Ugueto Liendo

@cluisaugueto