25/11/22.- A propósito de conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer este 25 de noviembre, organizaciones y colectivos de mujeres se tomaron la plaza La Candelaria para protestar contra la violencia hacia las mujeres y disidencias.

La iniciativa fue impulsada por la agrupación feminista Pan y Rosas, una organización integrada por catorce países, entre los que destacan: Brasil, Chile, México, Estados Unidos, Bolivia, Francia, Uruguay, Venezuela, entre otros, con el fin de exigir protección, promoción y difusión de los derechos feministas.

El colectivo mantiene que la lucha que llevan adelante las mujeres es una batalla que se libra a diario contra un sistema patriarcal que las oprime y que actúa en alianza con el sistema capitalista para legitimar la explotación a las mujeres y jóvenes trabajadoras.

“La violencia no solo es tener el ojo morado. La violencia es psicológica, es la amenaza, son los actos lascivos y sexuales, y ante eso estamos cada día más expuestas”, expresó la activista Angelina González.

Ante la premisa de que la violencia no es solo física, la defensora de los derechos de la mujer, Jaqueline López, apunta que la violencia y el acoso sexual en el ámbito laboral constituyen violaciones graves de los derechos humanos de la mujer. “Una forma de violencia es también la violación de los derechos laborales de las mujeres y eso está ocurriendo en nuestro país y afecta directamente a las mujeres trabajadoras, con la violación del salario y la aplicación de políticas públicas neoliberales y patriarcales que impactan en la vida de las mujeres”.

Conforme a la Organización No Gubernamental, Utopix, de enero a octubre del año 2022 se contabilizaron un total de 193 femicidios en el territorio nacional. Ante esto, la también activista Sugey Ochoa indica que “es una cantidad absurda de femicidios. En el país es necesario catalogar cuando se habla de violencia de género. Estamos hablando que en Venezuela, según el sub registro que hacen diferentes medios alternativos, hay 200 casos de femicidios anuales. Hoy hemos venido a protestar porque no queremos que haya una muerta más y queremos que el Estado sea garante de los derechos feministas”, puntualizó.

El colectivo Pan y Rosas en Caracas, además, exige casas de abrigo para las mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia, garantizados por el Estado venezolano y bajo la autogestión de las organizaciones de mujeres y las trabajadoras, con asistencia profesional y sin presencia policial y judicial; educación sexual para decidir por el derecho a un aborto legal, seguro y gratuito; y un salario igual a la canasta básica familiar indexado mensualmente según la inflación.

NAILET ROJAS / CIUDAD CCS