Una narrativa necesaria

Propuesta cultural para afianzar la identidad nacional

Venezuela irredenta.

Para quellos que estudiamos primaria en los años 70, el Esequibo en lo simbólico solo era una franja con rayas en nuestro mapa. En los textos escolares de Geografía para ese entonces, más allá de los 159 mil 542 km2 de su extensión territorial no había más datos resaltantes.

Recordamos una frase que se posicionó en los medios nacionales que rezaba “La Guayana Esequiba irredenta” y claro que muchos crecimos considerando que esa porción de “pierna de elefante” era nuestra, además inserta en unas plantillas plásticas que se distribuían en tricolor para que los escolares las usáramos de modelo para dibujar a Venezuela.

Hacia 1983, se escuchaba en las radios una melodía moderna y de tono juvenil que en su estribillo decía “El Esequibo es mío, es tuyo, es tierra venezolana. El Esequibo es mío, es tuyo, es nuestro”. Una canción interpretada por el grupo de rock progresivo Témpano y el nombre del albúm era En reclamación. 

Esa música constituyó todo un éxito en la industria del entretenimiento y los adolescentes la coreaban en liceos, universidades y calles. Los integrantes de la banda se convirtieron en un ícono para la juventud y le dieron un tono de identidad nacional al Esequibo. Luego, esa conexión entre el imaginario cultural y la tierra legítima despojada por los británicos quedó en un letargo. 

Se hace necesario retomar esa iniciativa artística de Témpano y transversalizarla en todos los ámbitos de la formación. Concursos de cuentos, crónicas, poemas, obras de teatro, ensayos, certámenes de artes plásticas, películas, documentales, cómics, entre otras manifestaciones, deben generar un storytelling y un marketing en torno al Esequibo. 

Y disculpen el uso de los anglicismos para describir esta propuesta que busca posicionar a nuestra tierra en disputa, siendo lo más importante la creación de un relato que trascienda hacia el horizonte de esta y las próximas generaciones. ¡El Sol de Venezuela nace en el Esequibo, carajo!

CIUDAD CCS


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