Libros libres | Alirio Díaz, músico, humanista y escritor

10/05/2024.- No es frecuente hallar entre los creadores artísticos personas con vocación humanística. Más bien hallamos poetas, músicos, pintores o cineastas dedicados cada uno a particulares asuntos u oficios; es decir, a sus áreas creativas. En Europa, en siglos pasados, en el llamado Renacimiento y luego en la Ilustración, los campos del saber se interconectaron y es por ello que un hombre renacentista o ilustrado aspiraba a un conocimiento más completo de las artes y las ciencias.

Hoy por hoy, la situación se ha radicalizado en un sentido inverso. Así, vemos que la ciencia se ha burocratizado en manos de la tecnología, y esta, a su vez, se ha alejado del humanismo hasta convertirse en una suma de poder ideológico, lo cual es lamentable. Si continuamos reemplazando al humanismo de las artes con el poder científico-tecnológico para obtener beneficios solo cuantificables, no llegaremos a ningún lado.

Uno de nuestros artistas más completos era el músico Alirio Díaz, quien fue muy cercano a mi padre y mi familia desde su adolescencia. Elisio y Alirio eran oriundos de una pequeña aldea del estado Lara, con precarias posibilidades culturales. El poeta y el músico hicieron esfuerzos enormes para sobreponerse a las limitaciones de la vida rural y prodigarse una educación que les permitiera cultivarse.

Salieron desde su aldea hacia las ciudades de Carora y Barquisimeto, y de ahí a Caracas. Alirio Díaz logró concluir la secundaria para luego entrar a estudiar música en escuelas de Barquisimeto y Trujillo. Más adelante, prosiguió su formación musical en ciudades europeas como Roma y Madrid, complementada con estudios literarios y filosóficos que le prodigaron la facilidad de redactar y de expresarse públicamente con elegancia y distinción. A la par de su virtuosismo guitarrístico, Alirio Díaz obtuvo una educación humanista que le permitió escribir obras literarias (en especial, ensayos sobre música), una autobiografía y numerosas crónicas y artículos de temas diversos.

Celebramos hoy una nueva edición del volumen Música en la vida y lucha del pueblo venezolano, editado por primera vez en 1980 y ahora reeditado por Monte Ávila Editores, esta vez bajo el título de Ensayos sobre música venezolana (2023), en la Colección Estudios. El libro consta de 19 capítulos, donde se abordan diversas temáticas: cantos populares, música tradicional, fastos del bandolín y la bandola, fastos de la serenata caroreña, un trabajo referente a los sesenta años del maestro Antonio Lauro y otro sobre Pedro Montesinos, y su importante investigación del folklor nacional.

Sigue el interesante contenido del libro explayándose sobre el maestro Laudelino Mejías, las vertientes artísticas de la música folclórica y sus vestigios de los siglos XVI y XVII. Continúa con un trabajo sobre el arte musical de Joaquín Rodrigo, las armonizaciones del maestro Vicente Emilio Sojo, la copla, los valses venezolanos, la música popular larense, los aguinaldos venezolanos, las canciones, las tonadas y los joropos. Cierra el volumen con reseñas breves y una completa bibliografía.

En fin, es un volumen único de nuestro amigo y maestro, quien supo imprimir vigor y resonancia a la música venezolana durante el siglo XX, y de seguro va a continuar haciéndolo en el tiempo presente.

En palabras de Alirio Díaz:

Según hemos visto, tanto el valse como la contradanza granjearon gran popularidad en Venezuela desde las primeras décadas del siglo XIX, aunque la moda de ambos se extendió por todos los estratos sociales. No eran, sin embargo, del gusto del autor inglés, pues manifiesta preferir los bailes del pueblo hispanoamericano, pasar las noches alegremente en los hatos, bailando al son del bambuco y la zambullidora, superiores a las rígidas contradanzas y amanerados boleros de Europa.

 

Gabriel Jiménez Emán


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