Comentarios noticiables | Maduro felicita al nuevo presidente de EEUU
El 5 de noviembre Donald Trump resultó electo para un nuevo período presidencial
23/11/2024.- Hoy voy a comentar un tema de actualidad nacional, me refiero al mensaje del presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, dirigido al presidente electo de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump. Este hecho fue noticia hace poco, Maduro lo felicitó y le deseó éxito en su nueva gestión de gobierno, indicándole que así como él desea hacer grande de nuevo a EEUU; él, como presidente reelecto de Venezuela, también aspira hacer grande a Venezuela, América Latina y el Caribe unidos.
Nicolás Maduro, como afirmara el recordado intelectual José Vicente Rangel, “carga sobre sus hombros el inmenso peso de suceder en el liderazgo del país y en el cargo de Presidente a un hombre de la dimensión humana, espiritual, intelectual, política de Hugo Chávez, que él ha sabido afrontar con dignidad, sin desplantes, sin que se les suban los humos a la cabeza, encarando despreciables agresiones personales, conspiraciones y todo género de dificultades en el terreno político y económico. Sin doblegarse, con entereza y con coraje. Y, sobre todo, con lealtad al proyecto revolucionario y a su líder histórico, Hugo Chávez”.
Aunque todavía nuestro país tropieza con dificultades políticas, económicas, comerciales y financieras durante la primera administración Trump, el carácter intervencionista de la Casa Blanca sigue vigente. Promover presidentes interinos en Venezuela es un objetivo de EE. UU. Cuando un presidente venezolano electo es un desafecto con la política exterior de EE. UU., es un despreciable al que hay que sustituirlo con un impostor que tenga la osadía de defender incondicionalmente los intereses de la Casa Blanca, con total subordinación. Por ejemplo, tenemos el frustrado caso del impostor Juan Guaidó, que resultó todo un fracaso por ser producto de un acto de gigantesca corruptela y rapiña, un verdadero engendro cuajado de irracionalidad con apoyo y dirección de la Administración estadounidense y algunos de sus aliados, todo contra el Estado y el gobierno de la Revolución Bolivariana de Venezuela.
El día lunes, 18 de noviembre de 2024, el Congreso estadounidense, en la Cámara de Representantes, aprobó el proyecto de Ley “Bolívar”HR825, para profundizar las sanciones unilaterales contra Venezuela. Todo un mamarracho y maquiavélico documento que contraría el derecho internacional, el cual es digno de total impugnación. En la Asamblea Nacional de Venezuela (AN), presidida por Jorge Rodríguez, dicho proyecto fue rechazado. Eso de llevar el nombre de Bolívar, el tal adefesio de la Cámara de Representantes estadounidense ha sido para eludir la proclama del Libertador Simón Bolívar del 5 de agosto de 1929, hace más de 195 años, en carta dirigida a Patricio Campbell, representante del gobierno de la Gran Bretaña, una predicción global: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”
Nada puede parecer extraño que el gobierno del presidente de EE. UU., número 46, presidido por Joe Biden, en plena decadencia de su mandato (20 de enero de 2025), prosiga con la práctica de la ofensiva reaccionaria e imperialista para detener a Venezuela. EE. UU. tiene como objetivo político, económico y comercial la Faja Petrolífera del Orinoco que reúne la mayor cantidad de hidrocarburos de la tierra, 1,2 billones de barriles de petróleo original en sitio, lo que constituye la primera reserva probada en 2019 de ese recurso en el mundo, reserva de 297 mil millones de barriles. Ahora resulta que EE. UU., que no pudo concretar el plan Juan Guaidó, producto de los laboratorios de la Administración de Trump y ahora de Biden, pretende cocinarlo con el perdedor de las elecciones en los comicios venezolanos del 28 de julio de 2024, Edmundo González Urrutia (EGU), quien es apoyado por los apátridas terroristas María Corina Maduro, Leopoldo López, Julio Borges y Antonio Ledezma, que están financiados por el Departamento de Estado de EEUU, la derecha colombiana y la fauna mafiosa de la Florida. El afán de la Casa Blanca ha sido siempre colocar a un títere por medio de un golpe de Estado, una revolución de colores e invasión militar yanqui, para así procurar la salida violenta de Maduro del poder.
Hoy María Corina Machado y sus seguidores siguen coordinados por el senador del Partido Republicano, Marco Rubio, quien ha sido designado por Trump como secretario de Estado de EE. UU. para el período presidencial que comenzará en enero de 2025. Esto no es más que retrotraer lo que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE. UU. trató de establecer con mercenarios cubanos durante la invasión en Playa Girón en Cuba, la instalación de un presidente en la isla, en abril de 1961, con el beneplácito de la Casa Blanca, si es que estos resultarían victoriosos. Por cierto, ya tenían designado a José Miró Cardona, quien desertó de las filas revolucionarias.
Para Maduro, el poder más grande de la República Bolivariana de Venezuela es el pueblo. El haber felicitado a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales de EE. UU. no significa someterse a engaños por el hecho a aspirar a reanudar las relaciones con EE. UU. Sí, las deseas pero sin ventajas, sin bloqueos y sin chantajes. Lo esperado es retornar a la política de paz, seguridad y coexistencia pacífica entre ambos Estados.
J. J. Álvarez