Punto y seguimos | Hidrocarburos de Venezuela: conocer para querer

La siembra del petróleo empieza con la educación

25/03/2025.- Cuando Arturo Uslar Pietri escribió en 1936 sobre su ya célebre concepto de "siembra del petróleo", se refería a la necesidad de que los recursos que proveía el hidrocarburo se reinvirtieran no solo en su misma industria, sino en el aparato productivo de la nación, para fortalecerlo y ampliarlo. Que el dinero del petróleo financiara el desarrollo conjunto del país. El tiempo demostró que esa siembra no se realizó y que eso nos llevó a la dependencia del recurso. Con la llegada de las medidas coercitivas producto del decreto ejecutivo 13.692 de 2015 y su golpe a la industria petrolera, lo comprobamos dolorosamente.

La idea de sembrar como sinónimo de reinvertir en términos económicos es excelente, pero se queda corta. En un país como Venezuela, poseedor de la mayor reserva de petróleo del planeta, la reinversión debe ir más allá, en especial en áreas como la educación, puesto que es en el conocimiento compartido en sociedad donde se da fundamento a todo lo demás, a los planes de evolución y a los proyectos de vida nacional.

En ese sentido, sembrar el petróleo desde la educación contempla germinar la noción —desde edades tempranas— del recurso: en su origen natural, en su ubicación geográfica, en sus múltiples usos, en el rol que juega en el mundo y, muy especialmente, en el fomento del sentido de pertenencia del mismo. Los niños y niñas de Venezuela deben aprender desde la escuela que habitan en un territorio privilegiado por la naturaleza, que cuenta con muchas riquezas, siendo el petróleo, por el efecto que tiene en la geopolítica, uno de los más importantes y que, además de eso, les pertenece.

Crecer conociendo algo que sabemos y sentimos nuestro es el primer paso para garantizar su buen uso y su defensa. Generaciones de personas que crezcan con este conocimiento serán capaces de pensar en la mejor forma de "sembrarlo" y aprovecharlo, porque tendrán el interés de formarse para trabajarlo, estudiarlo y ser parte de la evolución del recurso mismo; todo ello con sentido patrio. Alguien formado así difícilmente propondría la entrega de su petróleo, o de cualquier riqueza nacional, a intereses foráneos.

En ese camino, y dentro del Plan de las Siete Grandes Transformaciones, encontramos políticas públicas abocadas a ese fin. Tenemos el ejemplo extraordinario del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, o actividades concretas como la ExpoFeria Niñas y Niños Productores 2025, donde el Ministerio del Poder Popular de Hidrocarburos pone a disposición de los chicos y el público en general espacios de conocimiento en un entorno lúdico y con tecnología actualizada. Estos dan muestra de las posibilidades que ofrece Venezuela, no solo con la riqueza de sus suelos, sino con las creaciones intelectuales y prácticas de sus hombres y mujeres.

No se puede amar lo que no se conoce. Hagamos que las generaciones del futuro conozcan, amen, inventen y erren.

 

Mariel Carrillo García


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