Vitrina de Nimiedades | Índice de memebilidad

Sus esfuerzos están condenados a convertirse en un meme o en una sucesión de memes

17/06/2023.- Saberse perdido en la vida debería ser una profesión reconocida, remunerada y premiada. Como dice un escritor español, a partir de cierta edad uno está pendiente de disimular ese estado de extravío. Pero, a veces, esos esfuerzos están condenados a convertirse en un meme o, mejor dicho, en una sucesión de memes. Cualquier diligencia, salida o jornada de trabajo puede ser cantera de imágenes listas para ilustrar estados de ánimo, confusiones irremediables y frustraciones cotidianas.

No importa si no puede definir en tres palabras qué es un meme, usted en el fondo sabe qué es. A menos que permanezca célibe en el mundo digital, ha disfrutado vídeos, frases y fotos que ilustran más de mil sensaciones, situaciones y conflictos. No importa de dónde salieron ni qué significaban originalmente, están listos para ser resignificados porque, en el fondo, están hechos para dejar salir eso que no sabemos cómo decir.

Ese lenguaje, mordaz a veces, estruendosamente sincero en otros, nos pone muchas veces en la acera de la risa. Pero también nos recuerda que todos, en algún momento, podemos ser el meme de moda. Salvo que se vaya a vivir a una zona donde no llegue ni una señal de sospecha, usted no está libre de ser resignificado y reinterpretado.

Al final, es una relectura de nuestra realidad y un recordatorio: la seriedad puede llegar a ser tan profunda hasta llegar al punto de la carcajada. Es más, podemos medir la densidad de las cosas según su posibilidad de convertirse en meme. No es una locura hablar de un índice de memebilidad, según el grado de singularidad y perplejidad que pueda generar una situación.

Acá dejamos una propuesta, apenas delineada, para darle forma viral a nuestros momentos de extravío o de iluminación inesperada. Nuestras desventuras pueden ser reinterpretadas según estos grados:

1.- Meme benévolo: cuando,en medio de un despiste, llega al lugar equivocado; manda un mensaje cándido al número incorrecto, se dispone a hacer algo y olvida qué era, usted se convierte en este meme. Si se hiciera viral, se ganaría reacciones como “Perfectamente, podría ser yo”. Provoca una inusual ola de solidaridad ante la desorientación compartida.

2.- Meme caótico: es el punto intermedio de este índice. Vive situaciones que trascienden la línea de la solidaridad viral para declararlo un auténtico desastre andante. Estaciona el carro sin colocarle freno de mano, deja el grifo abierto, sale a trotar y termina rodando dos cuadras, quiere reparar un mueble y destroza media casa. Si sus acciones se distribuyeran en redes sociales, sería declarado el rey o la reina del desastre.

3.- Meme irónico: acá se trata de meter la pata con estilo. Equivocarse sin vacilar, con un orgullo tan gráfico convertido en imagen y frases gloriosas. La caída que no fue y se remata con un “No me caí” es un ejemplo perfecto de este meme.

4.- Meme extremo: es el punto máximo de este índice. Nadie será solidario con usted. Ha hecho algo que nadie defenderá. Se convertirá en la máxima expresión del “No lo hagas, por favor” porque, en el fondo, simboliza los momentos embarazosos de media humanidad. Todos alguna vez fuimos el famoso conductor del certamen de belleza conocido por su “Fue mi error, fue mi error”: nuestra metida de pata rompe todos los récords. Tanto, que supera este índice de memebilidad.

Rosa E. Pellegrino 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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