08/07/2023.- Con Twitter creíamos haber perdido el sentido de la novedad y la moda. Cuando parecía que la pajarera era asunto del pasado, viene Elon Musk a transformar ese ecosistema tocando sus rasgos distintivos. Pero la red "aburrida" -o eso piensan quienes se sumergen en los retos de TikTok- ahora es territorio de disputa digital. Meta pretende volver a los orígenes de la red creada en 2006 con Threads (Hilos), una plataforma cuyo nombre se inspira en una de las funcionalidades más conocidas de la plataforma tuitera.

Publicar contenidos en hilo era un ejercicio común en ese entorno. El primer trino es como un buen lead en periodismo: si es atractivo, seguirás leyendo el resto. Sin embargo, las funciones fueron mutando hasta lograr publicaciones que por ratos nos hacen sentir en Facebook. La transformación fue más allá: quien paga puede editar tuits, leer las publicaciones que le provoque (la versión gratuita tiene restricciones) y sentirse parte de una clase digital en tiempos de cambio.

La reacción, sin embargo, fue mucho más que viral y solo confirma que Twitter tiene una comunidad fiel. Contar con dolientes en redes sociales tiene su valor. Aunque cueste creerlo, muchos aún seguimos con el teclado listo para tuitear y retuitear lo que nos provoca. Se calcula que somos 353 millones en el mundo, muy lejos de los 3 mil millones de Facebook o los 2 mil millones de YouTube, pero algo debemos tener para que Mark Zuckerberg nos quiera tirar un anzuelo en estos mares del capitalismo de plataforma.

Para atraernos, nos ofrece una de las cosas más elementales: la posibilidad de publicar sin más artilugios discursivos que nuestras ideas por escrito. Si algo marca al mundo tuitero es justamente eso. Los expertos sostienen que es mejor postear con fotos o vídeos, pero las palabras certeras sin más adornos pueden ser realmente potentes.

No es gratuito definir a Twitter como la red "para informarse": la sencillez de sus mecanismos de publicación de contenidos está hecho para contar historias a la brevedad y relatar en tiempo real lo que está pasando. La ilusión de estar informados se nutre de la sencillez y la brevedad. 

Estamos, además, ante una red que es mucho más amable con sus usuarios como productores de contenidos. Es una diferencia sustantiva con aquellas plataformas donde la fotografía y el video son prácticamente un mandato. Hablemos claro: dedicarse a plataformas de videos exige un esfuerzo mayor, por mucho que sea divertido.

Con la promesa de conseguir ese espacio, Meta se lanza a una aventura que no es tan nueva. Emular las ventajas del Twitter que nos adoptó a muchos hace 15 años se inspira en un viejo truco digital: incorporar funcionalidades de aplicaciones similares. Si lo dudan, piensen en las transformaciones inspiradas en TikTok que se han pretendido aplicar en Instagram, plataforma que hoy es la puerta de acceso a Threads.

Lo nuevo, en todo caso, es la forma de acercarse a la gente: con una red nueva que recibe masivamente a tuiteros y obsesivos de las redes. Hasta el momento de escribir este artículo, 30 millones escogieron probar esta plataforma. ¿Cuántos serán parte activa de esta red? ¿Cuántos podrán dividir su tiempo para interactuar en una red más? Entre curiosos y conversos se libra esta batalla entre hilos y trinos.

Rosa E. Pellegrino